El empuje de los tiburones de La Salle no fue suficiente para contrarrestar a un Miguel Ayala en estado de gracia.

 El duelo de semifinales entre La Salle y San Agustín se antojaba complicado para los locales, al menos sobre el papel. Los Espartanos, con un equipo muy `parecido al que cayó en la épica final del año pasado frente a Lourdes, partían como uno de los favoritos al estandarte desde el mismo día del sorteo, allá por el mes de enero y su trayectoria, eliminado a Maristas Inmaculada, San José y La Salle, está avalando con creces esa bien ganada vitola de favorito.

  En frente el día de hoy han tenido a unos tiburones que, haciendo honor a su mascota, no han dejado de acechar a San Agustín durante los 32 minutos que ha durado el encuentro. La diferencia en el marcador en ningún momento ha echado para atrás a los combativos jugadores de La Salle que se despiden de esta edición dejando un gran sabor de boca, tanto ellos como su afición han sabido estar a la altura dando color a una semifinal que todos han disfrutado.

  Ya en lo acontecido en la pista, decir que la puesta en escena Espartana ha sido casi perfecta. Desde el principio Ayala ha tomado protagonismo en las acciones de los suyos y con dos triples en el primer periodo dejaba una buena tarjeta de presentación para lo que estaba por llegar. En las filas Lasalianas, a Sergio Pérez le costaba entrar en calor y era la dupla formada por Juan Serrano y Sergio Vallés la encargada de que los suyos no se descolgasen de manera anticipada en el marcador.

  La reanudación del encuentro tras el descanso tuvo un nombre propio, el de Miguel Ayala. Lo hizo todo y todo bien durante los ocho minutos que duró el tercer acto. Reza nuestro lema este año “Hazte Leyenda” y a buen seguro que el bueno de Miguel lo va a conseguir a base de actuaciones como la de hoy. Sus 20 puntos en ese parcial han dejado la semifinal vista para sentencia, sabe que este es su año y no se quiere quedar con la miel en los labios en esta su última participación colegial.

  En el tramo final del encuentro, La Salle conseguía reponerse del huracán Ayala y lograba imponerse en el último cuarto con los puntos de Sergio Pérez y la garra batalladora de Miguel Nieto, uno de los tiburones que mejor ha sabido saborear cada minuto jugado con su equipo este año y que representa como nadie los valores de la Copa Colegial.

  Despedimos a La Salle hasta el año próximo, no sin antes emplazarles para la fiesta del baloncesto colegial que siempre es el All Star Game que disputaremos a finales de abril. Estamos orgullosos de contar en nuestra Copa con un centro tan involucrado con el proyecto Colegial como el vuestro. San Agustín queda a la espera de conocer rival para la final que saldrá del eléctrico duelo entre Lourdes y Apostolado.