El tiburón es uno de los reyes del mar, y en la húmeda tarde del viernes 3 de febrero, los Tiburones del Virgen del Mirasierra fueron los indudables reyes en el Colegio Valdelúz, ya que pasaron por encima de unos Dragones que pese a la abultada derrota, lo dieron todo hasta el final. Esta es la primera participación en la historia de los de Joaquín María López, y que mejor manera de estrenarse que con una contundente victoria y encima fuera de casa. Eso sí, pese a ser los visitantes, durante muchos minutos parecieron los locales gracias a la animosa afición del Virgen de Mirasierra.

Primer cuarto: Tanteo inicial

Los nervios fueron los grandes protagonistas en los primeros minutos del partido. Ninguno de los dos equipos se imponía al otro, y los errores llegaban con mucha más frecuencia que los aciertos, fruto de esos nervios y de la presión a toda pista que ambos equipos ponían en escena.

La primera canasta no llegó hasta el minuto 2, y fue obra de Beltrán López, del Colegio Virgen de Mirasierra, a la que siguió después otra de su compañero Daniel Gómez. La respuesta local llegó de la mano de Pablo Pérez, que con seis puntos en este cuarto, incluido un triple, permitió a los suyos cerrar el periodo con un 8-5 a su favor.

Segundo cuarto: Los Tiburones muerden

Los tiburones atacan o en manada o de manera solitaria, y los del Virgen de Mirasierra decidieron hacerlo de la primera manera. Con un trabajo defensivo muy coral dejaron helado el fuego  de los Dragones del Valdeluz y abrieron el segundo cuarto del partido con un parcial de 0-11 en cinco minutos. Aunque fue un trabajo conjunto de todo el equipo, en la ofensiva en estos minutos destacó Daniel Gómez, que con un triple y una buena penetración contra tabla, fue autor de cinco puntos en estos minutos.

Los locales intentaron reaccionar, y lo hicieron con sendas canastas de Fernando Peréa y Pedro Sánchez, pero aun así al descanso se llegó con un 13-22 que reflejaba la superioridad en estos minutos del Virgen de Mirasierra.

Tercer cuarto: La defensa por bandera

Joaquín María López, entrenador visitante, detectó en el segundo cuarto que la presión impedía al Valdeluz jugar con fluidez y que les provocaba multitud de pérdidas, y por eso les ordenó a los suyos seguir con la misma táctica.

Tantos robos permitió a los Tiburones correr sobre la pista como si nadasen en el agua, y en esa tesitura el que mejor se desenvolvió fue el escurridizo y veloz Javier Olazarán. El número 7 del Virgen de Mirasierra se lució en estos minutos tanto en defensa como en ataque, y fue clave para que la renta de estos subiese punto a punto a cada minuto que pasaba. Sólo cuatro puntos encajados en este tercer cuarto y la ventaja al final del mismo era ya de 15 puntos (17-32).

Cuarto cuarto: Fiesta visitante

Para acabar con cualquier atisbo de remontada local, Virgen de Mirasierra buscó en es inicio del cuarto definitivo el poderío interior de Juan Marín, que impuso sus 196 centímetros para anotar los cuatro primeros puntos del acto y dejar el marcador en un 17-36 que dejaba todo visto para sentencia salvo milagro. Un milagro que no llegó, ya que el Valdeluz seguía siendo incapaz de encontrar vías de anotación.

La gran ventaja visitante dio la oportunidad a su técnico de dar minutos a jugadores menos habituales como Víctor Serrano, que al pisar la pista se llevó una gran ovación de su afición y de sus compañeros. Una ovación similar obtuvo también Javier Olarzarán cuando fue sustituido en los últimos minutos por Carlos De Marcos, en una clara muestra de que su trabajo en los dos lados de la cancha le hace justo merecedor del MVP del choque.

Pese a la contundente derrota por 21-43 los Dragones del Valdeluz lo dieron todo hasta el final, algo que agradeció su afición, que les brindó una ovación. Pero la gran fiesta sin duda se vivió en el bando visitante, y la afición de los Tiburones saltó a pista para felicitar a sus héroes, a esos hérores que siguen soñando con avanzar más en su primera participación en la Copa Colegial.