Los Héroes de Virgen de Atocha dan la sorpresa y se apuntan la segunda victoria a domicilio tras tumbar a uno de los aspirantes más poderosos. A pesar de que los Napoleones contasen con el factor cancha, con la superioridad física de Miguel Prieto (quien superó los 30 de valoración en la primera jornada) y con las directrices de Pablo Carrero-Blanco, todos los miembros del colegio de Atocha aportaron su de granito de arena para lograr una más que meritoria remontada que les dará una nueva oportunidad de darse a conocer en la tercera ronda. Los Napoleones dominaron durante tres cuartos, pero los diferentes sistemas defensivos ideados por el entrenador Diego Calleja y un último período de ensueño por parte Gabriel Villarrubia sorprendieron a todos los presentes, alargando la participación de los Héroes en esta Copa Colegial 2019.

Primer cuarto: las tropas del Recuerdo se apuntan la primera batalla

Como es habitual es esta competición, ambos equipos se reunieron en corro alrededor del centro del campo para escuchar con atención al huddle motivacional que tanto matiza la finalidad y ambición del torneo. Y una vez los representantes de la Copa se habían pronunciado sobre los valores y la ilusión, y una vez agradecieron a los jugadores su apasionada participación, se lanzó el balón al aire.

El salto inicial ya dejó evidencias del despliegue físico con el que nos deleitaría el pívot de los Napoleones, Miguel Prieto. Y a pesar de haber ganado la primera posesión y de que le buscasen dos y hasta tres veces en la zona en la primera jugada, la defensa de Virgen de Atocha gozaba de una intensidad y motivación que no le permitieron resolver el ataque con claridad. De hecho, en esa portentosa defensa, Pablo Hernando le robó la cartera al rival y se cruzó todo el campo en un eléctrico coast-to-coast que estrenó el marcador. No tardó en llegar la reacción de los locales, gracias al acierto de Luis Álvarez, quien lanzó un triple de increíble parábola desde la esquina derecha. Da gusto ver cuando las jugadas elaboradas acaban en un tiro abierto.

Las líneas defensivas de los de verde eran férreas y estresantes desde que los Napoleones cruzaban la línea de medio campo; dificultado mucho la movilidad del balón y poniéndoles nerviosos. Aún así, una jugada de mucho mérito individual por parte de Pablo Carrero-Blanco les permitió sumar de nuevo: se deshizo de dos defensores, enfiló línea de fondo y nos deleitó con una delicada floater que apenas rozó la red de la canasta.

Instantes después apareció la figura del dominante Miguel Prieto, buscando descaradamente el choque con su defensor y zafándose del mismo mediante un ágil traspiés que le permitió anotar sin oposición. El ambiente en el pabellón estaba algo apagado, y como las aficiones estaban demasiado expectantes y poco metidas en el partido solo se escuchaba el bote del balón y las órdenes de jugadores y entrenadores.

Llegados a la mitad del primer período el resultado era de 8-2, y aunque los Héroes de Virgen de Atocha estaban dejándose la piel en defensa, no conseguían ver aro de ninguna manera. Además, una nueva flotadora contra el tablero con la firma de Pablo Carrero-Blanco culminó un parcial de 10-0 favorable a los locales e hizo saltar las alarmas en el conjunto visitante. Diego Calleja se vio obligado a pedir tiempo muerto para aclarar ideas. En la salida de este minuto reglamentario presenciamos dos minutos de puro descontrol, con un correcalles de lado a lado y con muy buenas jugadas que no consiguieron alterar los números del electrónico. Un claro ejemplo de cuando los nervios y las ganas se apoderan de los jugadores; todo un clásico de la Copa Colegial.

Una preciosa jugada de pizarra en el saque de fondo favorable a los Héroes terminó en un tiro lejano de Borja González (los colegiados la marcaron de dos, alegando que el jugador estaba pisando la línea). Además, Borja González volvió a poner su nombre en la hoja de anotadores con una canasta debajo del aro sobre la mismísima bocina del primer cuarto. Una más que merecida recompensa a todas esas buenas jugadas en las que habían combinado robos con trabajadas triangulaciones pero que habían terminado sin premio. Los visitantes habían recortado distancias, 10-6.

Segundo cuarto: no hay quien anote, pero nadie se despega en el marcador

El equipo del Colegio Recuerdo salió al campo sin su pívot titular, y automáticamente los visitantes cambiaron su sistema defensivo a una presión en todo el campo que les permitiese robar balones y remontar ahora que tan solo les separaban 4 puntos en el tanteo.

Ya habían transcurrido dos minutos y ningún conjunto había conseguido alterar el resultado, a pesar de que los jugadores lo estuviesen dando todo en la pista. Y tras estos eternos minutos sin canastas llegó la estacada de Gonzalo Pastor, quien no solo consiguió anotar a pesar de la falta personal, sino que también levantó a su afición para hacerles despertar y que a partir de ese momento les acompañase durante el resto del encuentro.

Ambas aficiones ya habían dotado de color y ruido a las gradas del colegio de Duque de Pastrana, y aún más ensordecedor fue cuando instantes después Virgen de Atocha contestó con otro 2+1 a manos de Alejandro Tajahuerce. Y a su buen hacer ofensivo se le unió el de su compañero Pedro Fajardo, que le robó la pelota a su par y finalizó el coast-to-coast marcando muy bien los pasos de entrada.

Con todo igualado, presenciamos una de las jugadas del año en la Copa Colegial: Pablo Carrero-Blanco recibe el bloqueo de Miguel Prieto, se deshace de su defensor, se dirige hacia el aro, y nos sorprende a todos con un pase picado entre sus propias piernas para que Miguel Prieto lo recogiese y culminase el pick&roll. El showtime del base de Recuerdo recordó a una de las mágicas asistencias tan características del 'Chacho' Rodríguez.

Pero los jugadores de Diego Calleja no iban a ser menos, y Álvaro Barragán se vio con la confianza necesaria para medirse a Miguel Prieto en todo lo alto: soberbio pincho de merluza al dominante pívot Napoleón. El partido estaba híper reñido, y los visitantes habían adoptado un carácter muy peleón. Tanto, que la anotación a mitad del período no superaba los cuatro puntos por equipo…

Recuerdo perdía infinidad de bolas (hasta en 26 ocasiones perdieron el esférico), y Virgen de Atocha no conseguía transformar sus lanzamientos en puntos. Unos por poco cuidado del balón, y otros por poco acierto, pero a los aficionados el resultado les daba igual porque ya habían entrado en calor. ¡Qué buen ambiente!

El motor del equipo de los Héroes, Ignacio Sanmartín (que cada vez demostraba más garra y determinación) se sacó de la manga un sorprendente 2+1 que puso a su equipo a tan solo dos puntos. Así, como quien no quiere la cosa, ya estaba todo empatado de nuevo. Ignacio Sanmartín revolucionó el juego de los visitantes con multitud de robos y con una admirable dirección de juego.

Llegamos al descanso tras unos minutos muy espesos, donde la tensión estaba por las nubes y donde el escaso tanteo chocaba con la elevada intensidad; 14-12.

Tercer cuarto: los Héroes se arrodillan ante los 14 puntos de Miguel Prieto

En la primera jugada tras el paso por los vestuarios, Miguel Prieto se adueñó de un rebote ofensivo (tras un airball) de su compañero, y transformó dos nuevos puntos. A decir verdad, pareció una jugada ensayada, en la que su compañero Jaime Vargas fingía fallar estrepitosamente su lanzamiento de media distancia, para que apareciesen de la nada los brazos del gigante y sorprendiese al conjunto visitante.

Y a pesar de que Virgen de Atocha nos deleitó con unos buenos intercambios de canastas, Miguel Prieto calentó motores con: un poderoso 2+1 en la zona sobre tres defensores, un veloz contraataque que terminó por encima del aro, y con una nueva contra en la que se gustó y lució muelles para colgarse del aro. ¡Qué superioridad! Los locales habían salido a morder, muy concienciados de que tenían que finiquitar el partido cuanto antes. Y su numerosa afición les recompensó el esfuerzo sin parar de cantar durante todo el tiempo muerto que había solicitado el entrenador de los de verde.

Pero cuando parecía que los locales se despegaban en el marcador con casi una decena de puntos de ventaja, los jugadores visitantes demostraron que no se iban a dejar amedrentar y que estaban preparados para plantar cara a los Napoleones. Juan Gonzalo anotó una meritoria canasta tras romper a su par con una buena posición de triple-amenaza, un slalom entre dos defensores y apoyar la pelota suavemente contra el cristal. Además, dos penetraciones consecutivas a manos de Ignacio Sanmartín daban la vuelta al partido y recortaban la distancia a tan solo dos puntos.

Puede que por tanteo no de la sensación de haber sido un partido muy entretenido, pero la intensidad y la competitividad existente entre las líneas de la cancha nos brindaron un espectáculo digno de una ronda más avanzada en la competición.

Miguel Prieto erró dos lanzamientos consecutivos, pero se las apañó para adjudicarse ambos rebotes ofensivos y convertir una nueva canasta gracias a su capacidad de reacción y poderío físico. Bregaba y bregaba hasta que conseguía anotar por abrasión. Y por si fuese poco, en la siguiente jugada forzó la pérdida con una intensa presión a su atacante, lideró a sus compañeros en una contra, y puso la guinda con otro vigoroso 2+1 que celebró sacando músculo y exhibiendo mucha rabia.

Llegamos al tramo final con dos minutos sin anotación, en los que Virgen de Atocha probaba con un juego muy coral y elaborando generosas combinaciones, y los Napoleones se encomendaban al basketball IQ de los 1x1 de Pablo Carrero-Blanco. El pívot de los Napoleones había conseguido más puntos en este cuarto que todo el conjunto de los Héroes, y el resultado era de 28-24.

Cuarto cuarto: los Napoleones se chocan contra una muralla defensiva

Fue Daniel Barragán quien abrió la lata del último tramo con un triplazo tras bloqueo directo, aunque los colegiados la marcaron de dos. Este chico tiene una mecánica de tiro preciosa, y daba gusto verle lanzar desde la línea de 6,75. Su compañero Gabriel Villarrubia también deleitó a su afición con una finta de pase y un delicado ganchito de izquierdas contra el tablero, que ya suponía el empate en el marcador. Y tan solo momentos después, Gabriel Villarrubia corrió más rápido que nadie y sumó dos puntos en un nuevo contraataque que ya suponía la primera ventaja de los de verde desde la primera canasta del primer período.

Viéndose por detrás en el electrónico, Ángel Alonso puso todas sus cartas en juego y volvió a sacar a pista a Miguel Prieto y Pablo Carrero-Blanco. Ya no había tiempo que perder, pues Virgen de Atocha había metido una marcha más y con un triple en estático de Gabriel Villarrubia y un robo más falta antideportiva logrado por Juan Gonzalo le habían dado la vuelta al partido. La prisa ahora era para los locales. El centenar de aficionados se retaba en las gradas con guerras de cánticos y frases que alentasen a sus respectivos equipos a poner punto y final a este entretenido intercambio de parciales. El ambiente era una pasada.

La zona 2-3 que había ideado Diego Calleja estaba cortocircuitando la ofensiva Napoleona. Y para que no aprendiesen a sortearla, les alternaba con defensas individuales en media pista o incluso en presión a todo campo si habían anotado canasta. Habían cambiado las tornas, y lo habían hecho gracias a la intensidad defensiva de unos Héroes comandados por su líder defensivo Ignacio Sanmartín (¡quien se lució en defensa con 8 robos de balón!).

Quedaba la mitad del período y los de verde iban 6 arriba, por lo que Recuerdo solicitó tiempo muerto para establecer nuevas órdenes que les sacasen del bache en el que se encontraban. Pero a la salida de este parón se encontraron con un nuevo airball y otra pérdida de balón. Los Napoleones estaban nerviosos, y la afición visitante les metía el miedo en el cuerpo hurgando en la herida.

Ignacio Sanmartín, Gabriel Villarrubia y Borja González trenzaron una preciosa triangulación que reafirmaba el buen momento del equipo, y que suponía una ventaja de dobles dígitos sobre un equipo de Recuerdo cada vez más ofuscado. Gracias a la mejora defensiva, los chicos de Virgen de Atocha mejoraron también ofensivamente, y por fin les entraban los tiros de las colectivas jugadas que ideaban sus bases.

Pero este golpe definitivo tenía nombre y apellidos, y no son otros que Gabriel Villarrubia. El alero del conjunto de los Héroes reventó el partido con 11 puntos en el último período, anotando de todos los colores y formas posibles: un triple, un tiro de media en suspensión y una flotadora desde el tiro libre a una mano. Todas estas canastas trabajadas en elegantes 1x1 y con su mano izquierda, algo que recordaba a las jugadas en isolation del mismísimo James Harden.

A pesar de que ya estuviese todo decidido, los Napoleones son un ejército duro de matar, y pelearon hasta el final con un precioso euro-step de Jaime García-Palencia y un tiro de media distancia en suspensión (con contacto y falta adicional) a manos de Pablo Carrero-Blanco; el resultado final fue de 35-42.