El partido inaugural de la edición de 2019 no defraudó, y ofreció todo lo que se le pide a esta competición: nervios, piques, intensidad, ruido, algo de "showtime" y sobre todo, emoción hasta el final. Los chicos del Pilar se hicieron fuertes en el primer período y fueron capaces de mantener una amplia renta durante el resto del encuentro. Pero los Diablos no se lo pusieron fácil y consiguieron forzar un total de 51 tiros libres (¡51!), que, de no ser por un desacierto nunca visto, les habrían permitido cambiar las tornas y conquistar el Colegio Del Pilar… Pero al igual que las defensas, los tiros libres deciden partidos, y los Diablos se despiden de la competición con un sabor muy amargo al no haber aprovechado su oportunidad (18/51 desde el 4,60m).

Primer cuarto: la "defensa a toda pista" del Pilar condiciona desde el primer minuto

Las gradas del colegio del Pilar fueron cogiendo color poco a poco para acoger el primer encuentro del curso de una renovada Copa Colegial 2019. Con todo el hype acumulado desde la edición pasada y sin un partido femenino en la cancha contigua, la atención de todos los presentes se centró en la última pista transversal del pabellón; donde Osos y Diablos lucharían por ver quién era el primer eliminado del año y quién disfrutaría de una nueva oportunidad en esta emocionante competición.

Se lanza el balón al aire y ambos equipos se mueven al unísono a una velocidad de vértigo, como si por fin hubiesen sido liberados de la tensión que acumulaban. No tardamos ni un minuto en ver la primera canasta del choque, pues Juan Braña se impuso en la zona para adueñarse de un rebote ofensivo y dar la primera alegría a la afición rival (quien la celebró con tambores y gritos por todo lo alto).

Ya sin nervios y entrados en faena, los motores de los locales carburaban a la perfección: triple de Carlos García y robo más coast-to-coast del mejor jugador del partido, Santiago García (se fue a los 23 de valoración).

Bajo las órdenes de Luis Palau, los Osos subieron líneas y comenzaron a presionar "a toda cancha" intentando cortocircuitar el ataque rival y que llegasen a campo contrario ya cansados. Sin embargo, el base de los Diablos, Luis Rodríguez nos deleitó con un jugadón: sorteó a tres defensores en la presión y se sacó de la chistera un pase por la espalda que terminó en un 2+1 a manos de su compañero Iván Ballesteros. ¡No tardó en llegar el espectáculo a la Copa!

Tras un prolongado intercambio de buenas defensas, ya se apreciaba que esa dinámica favorecía a los chicos del Pilar, y la entrenadora de los Diablos decidió parar el “correcalles” pidiendo un tiempo muerto más que necesario. Se retomó la acción con una preciosa asistencia de Santiago García a Guillermo Fernández, y cuando los locales abrían brecha llegó un tiro de media de Sergio Calvo (con mucha tranquilidad y mucha clase) para cerrar el primer período por debajo de los diez puntos de diferencia; 15-7.

Segundo cuarto: Héctor Bragado lucha por mantener vivo a Isaac Newton

El otro base de los de rosa, Héctor Bragado, abrió el segundo período con un delicado floater por el medio de la zona tras dejar boquiabierto a su par con un eléctrico crossover. A este chico ya se le veía calidad como para dar algún problema que otro a sus defensores…

Los primeros minutos del cuarto fueron muy pero que muy espesos, con ambos conjuntos intercambiando imprecisiones, pérdidas y tiros fallados. El partido seguía con un ritmo muy intenso, pero sin ir en ninguna dirección concreta. Y el equipo local, viendo que poco a poco los Diablos recortaban la desventaja, pidió un tiempo muerto en el que la afición Pilarista nos perforó los oídos sin parar de animar.

Por enésima vez en el partido, Héctor Bragado se deshizo de su defensor y se lució con un estiloso euro-step que levantó a todo su banquillo. Es cierto que tan solo segundos después Guillermo Fernández clavó un lanzamiento desde 6,75 (cuando los locales más lo necesitaban), pero de nuevo Héctor Bragado dio la réplica para ponerse tan solo a 3 puntos en el marcador.

Con todo igualado, Jaime Núñez metió un triple esquinero con tremenda parábola (por fin encontraban algo de acierto), y a su buen hacer se le sumaron dos canastas seguidas en contraataque de sus compañeros. Pilaristas volvía a poner la diferencia en dobles dígitos y la entrenadora Patricia Bastid decidió parar el partido.

A los chicos de Isaac Newton lo les salía nada, y al salir del minuto reglamentario perdieron el balón y encajaron un nuevo lanzamiento triple. Menudo parcial acababan de sufrir… Aunque contra todo pronóstico Jorge Prieto consiguió un lanzamiento de tres puntos y Héctor Bragado anotaba una penetración más el adicional y los Diablos se mantenían en la pelea a pesar de la mala racha; 31-21.

Tercer cuarto: nada cambia en un período sin mayor trascendencia

Tras el paso por vestuarios, retomamos la acción emulando la primera jugada del primer cuarto: Pilaristas falla una rápida penetración, y Luis Moya se adjudica el rebote ofensivo y transforma dos puntos sin oposición en la zona. El rival Hugo Sánchez quiso dar la réplica y se lució con un robo acompañado de un vertiginoso coast-to-coast para mantener el mismo resultado que en el descanso.

Pero los minutos pasaban y el tanteo no variaba; los locales se mantenían cómodos en su renta de diez puntos y los visitantes no daban con la tecla que les permitiese recortar distancias. Además, el partido se empezó a entrecortar mucho, y muchas faltas y tiros libres entorpecieron un poco la fluidez del juego. Algo que tan solo beneficiaría a los que iban por delante en el marcador…

En este cuarto fuimos testigos de un canastón de mucho mérito a manos de Jaime De Luque (chocando contra el rival y absorbiendo el contacto) y de una admirable triangulación entre Víctor Bulte, Juan Braña y Carlos García que hizo las delicias de todos los aficionados. ¡Jugada de tiralíneas!

Pilaristas había puesto una marcha más, y aunque Isaac Newton no era capaz de seguirle el ritmo, Sergio Calvo anotó una nueva flotadora muy bombeada y levantó el puño hacia su afición para demostrar que no se iban a dar por vencidos; 43-31.

Cuarto cuarto: los Diablos ceden ante la presión de la grada local ¡fallando 15 tiros libres casi consecutivos!

Mientras los puntos visitantes llegaban con cuentagotas, los chicos de Luis Palau encontraban diferentes maneras de seguir sumando puntos a favor: Jorge Seco puso a su par a bailar y cerró la jugada con un perfeccionado ganchito de derechas. Los Osos gozaban de una ofensiva muy fluida, y todos aportaban sin aparente esfuerzo.

Tras veinte minutos en una dinámica desfavorable, los jugadores visitantes empezaban a mostrar cierta frustración y desesperanza. Y con la inercia de esta tónica, los Diablos no pudieron evitar que su pívot (Iván Ballesteros) se precipitase con malas decisiones y encadenase una falta antideportiva y una técnica por protestar; lo que causó su descalificación.

Un nuevo estacazo desde el 6,75 a manos de Víctor Bulte ponía los 20 de ventaja y parecía sentenciar un encuentro que cada vez se ensuciaba más con pérdidas y tiros libres. Sí, seguía habiendo mucha intensidad, pero también muy muy poco acierto. Por lo que este último tramo del partido contó con infinitas interrupciones e imprecisiones.

Con todo prácticamente decidido, Hugo Sánchez se permitió el lujo de sorprendernos con una meritoria penetración en la cara del defensor, y su compañero Luis Rodríguez colocó un soberbio tapón a su atacante que no solo serviría para maquillar el marcador, sino para demostrar que pelearían hasta el final sin importarles la desfavorable renta.

Entonces, un inesperado triple de Jorge Prieto hizo saltar las alarmas en el banquillo de los Osos, y su entrenador decidió pedir tiempo muerto para frenar el diabólico arreón; habían conseguido ponerse tan solo a diez puntos y aún quedaban 4 minutos por disputarse… ¡Ojito!

Pero esta vez no pudimos presenciar una de esas épicas remontadas que tantas veces se han dado en la Copa, ya que los visitantes no supieron aprovechar los errores de los chicos del Pilar: los locales cometieron infinidad de “faltas tontas” y enviaron a los Diablos a la línea de personal hasta en 25 ocasiones tan solo en el último cuarto. ¡25 veces en un cuarto!

Los Diablos de Newton pagaron caro los nervios de jugar ante decenas de seguidores locales, y les tembló la muñeca en todas las visitas a la línea de tiros libres. Los visitantes apenas consiguieron materializar 10 tiros libres, y una bandeja sobre la mismísima bocina con la firma de Guillermo Fernández puso los definitivos doce puntos de ventaja con los que Pilaristas cerró su promoción a Segunda Ronda de la Copa Colegial 2019.