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25 de Enero de 2019. Colegio Menesiano
Primera Ronda Masculino
Crónica: Nicolás Araujo Cortés
Fotos: Nicolás Araujo Cortés
26 Enero, 2019
El Colegio Menesiano se vistió de gala en esta primera jornada de la Copa Colegial 2019 con un aforo y un ambiente digno de una Gran Final. Ambas aficiones fueron cercando la pista una vez se quedaron sin espacio en las gradas, y prácticamente daba la sensación de estar rodeado por cientos de seguidores en el mismísimo Rucker Park. Vivimos un encuentro muy disputado, en el que equipos con estilos de juego muy dispares consiguieron mantener el tanteo igualado hasta los últimos segundos del cuarto asalto. Menesiano dio la campanada ante un Liceo Francés al que le faltaron recursos, y que se preparen los siguientes porque los Corsarios tienen detrás a una afición que más bien parece un ejército.
Primer cuarto: ambos conjuntos aguantan las embestidas iniciales
Instantes previos al pitido inicial, el pabellón enmudeció y se guardó un respetuoso minuto de silencio en nombre de la joven Carlota Egusquiza, a cuya familia mandamos todo nuestro ánimo y apoyo. Sonó el pitido del árbitro, se lanzó el nuevo (y lujoso) balón de Spalding al aire, y salieron los Búhos a comerse el aro como si hubiesen estado enjaulados. ¡Qué velocidad!
Como es habitual en la Copa, da igual de qué ronda se trate, los nervios siempre se apoderan de los minutos iniciales. Estos primeros instantes vinieron definidos por muchos errores e imprecisiones que evidenciaban el exceso de ganas de ambos conjuntos. Y tras encadenar dos largos minutos sin alterar el marcador, Rodrigo Martínez fue el primero en dejar su firma en la hoja de anotaciones: le roba el balón al equipo del Liceo y se recorrer la pista en un vertiginoso coast-to-coast para finalizar con canasta y adicional en la cara de un defensor.
Instantes después, Andrés Hauríe le copia la jugada al rival “birlándole” el balón de las manos y anotando rápidamente en contraataque. Precioso intercambio de canastas para mantener la igualdad a mitad del cuarto. En plena pugna por desmarcarse en el marcador, Pablo Entrena silenció a los aficionados locales con un triplazo desde cabecera para el que pareció no tener que esforzarse lo más mínimo. Este chico tiene una mecánica de tiro que haría las delicias de cualquier entrenador… ¡Y qué parábola le da a la pelota!
Un poderoso rebote ofensivo de Jonathan López (y posterior canasta en la zona) precedió a unos minutos muy trabados de nuevo, en los que Corsarios y Búhos cruzaron tiros libres y en los que ambas aficiones se hicieron notar costase lo que costase.
Un plástico 2+1 a manos de Andrés Hauríe culminando una contra y su inmediata réplica a manos de Pablo Solís cerraron un primer período que creaba mucha expectación y dejaba el marcador abierto para ambos equipos; 11-12.
Segundo cuarto: un mero trámite en el que nadie consigue despegarse
El base local Jonathan López abrió el segundo asalto con una flotadora contra tablero que enloqueció a sus seguidores, quienes subieron los decibelios para el resto del encuentro con la intención de intimidar a los jugadores del Liceo Francés.
A pesar de los múltiples fallos (ambas plantillas anotaron solo 9 puntos en este período) cada instante se vivía con muchísima intensidad. Y si no, que le pregunten al visitante Noel Renedo, quien intentó por activa y por pasiva adueñarse de la pintura, a base de bregar y forcejear con sus distintos defensores. Pero a pesar de su superioridad física, los Corsarios no cedían ni un centímetro en la zona, y Noel no conseguía alterar el electrónico por más que insistía.
A diferencia del estilo de juego de los Búhos, el conjunto de Jaime Carballo se esforzaba en conseguir un juego muy colectivo y en el que todos participasen por igual. De hecho, esta ofensiva coral abría tantos huecos en la defensa visitante que los jugadores de Menesiano pudieron aprovechar infinidad de rebotes ofensivos y sumar puntos muy baratos. Además de los que sumaban en trabajadas triangulaciones, como una preciosa jugada de tiralíneas que finalizó Jonathan López.
No solo se apreciaba una pista de baloncesto rodeada por dos bandos diferentes (cada afición se adueñó de un sector de la cancha), sino que dentro de las líneas de juego la diferencia de estilos era evidente: los locales pasaban y movían la pelota hasta encontrar un tiro abierto (fuese quien fuese), y los de blanco se encomendaban a genialidades en el bote y pinceladas en el 1x1 de Noel Renedo y Pablo Entrena.
En este vaivén en el que se sumergieron los dos conjuntos, pudimos presencial una eléctrica contra liderada por Sergio González, (quien en un gesto altruista cedió el balón para que finalizase su compañero Mario Fata) y una sorprendente jugada de pizarra en el saque de fondo (ideada por el entrenador del equipo Corsario) que permitió a Jaime Aliseda sumar dos puntitos sin oposición.
Liceo Francés erró muchos lanzamientos desde la personal en este cuarto, pero una canasta de mucho mérito en el 1x1 con la firma de Noel Renedo les devolvía una buena ventaja en el marcador y obligaba a Menesiano a solicitar un tiempo muerto con solo un minuto por jugarse. Los Corsarios salieron a morder tras el minuto reglamentario, y la grada enloqueció tanto con una nueva flotadora de Jonathan López (¡desde fuera de la zona!) como con la 3ª falta personal en ataque de Noel Renedo; 20-21.
Tercer cuarto: Liceo golpea primero, Menesiano golpea más fuerte
Sergio González se adueñó de la pintura rival siempre que estuvo en pista; y con un poderoso rebote ofensivo y una buena jugada en el poste bajo sumó dos nuevos puntos para Liceo en la primera jugada. Además, a su buen hacer se le sumó un ágil slalom (marcando muy bien los pasos) de Pablo Entrena. Los visitantes habían salido con ganas de finiquitar el encuentro.
Es cierto que instantes después, Sergio Rodrigo dio la réplica con una acción muy similar a la de Pablo, pero este último estaba en su minuto de gloria: Pablo Entrena levantó a todo el pabellón tras colocar un soberbio pincho de merluza, que no solo evitó dos puntos fáciles, sino que también produjo una contra clara para sus compañeros. Y, por si fuera poco, saltó más que nadie a por otro rebote defensivo, cruzó la pista a toda velocidad y se sorprendió a sí mismo con un coordinado traspiés y una bombita suave contra el cristal, en pérdida de paso.
Por parte de los Corsarios, Alberto Martín se fabricó una poderosa penetración desde el triple, pero de nuevo apareció Pablo Entrena (tras asistencia de Noel Renedo) para clavar una nueva daga desde 6,75 y mantener los cinco puntos de ventaja.
En este momento del encuentro, llegamos al punto de inflexión, donde Liceo Francés no supo encontrar alternativas una vez la defensa Corsaria aprendió a defender sus ataques en 1x1, y donde Menesiano hizo lo mejor que puedes hacer en la Copa Colegial: encomendarte a tu afición y a cada uno de los 12 jugadores de la plantilla.
Alberto Martín anotó un triple (muy poco ortodoxo) contra tablero, pero que celebró a lo grande porque valía igual que cualquier otro. Y Alberto, lleno de confianza, se dispuso a anotar una bandeja fácil en la siguiente peeeeero… Aparecieron de nuevo los muelles de Pablo Entrena para sorprender a todo el pabellón con otro taponazo de mucha autoridad.
Entonces, una sucesión de buenas defensas por parte de los locales permitió recortar la distancia a tan solo un punto de desventaja, y el conjunto de Guillermo Garrido se tuvo que reunir en un más que necesario tiempo muerto en el que intentaron aclarar sus ideas. Ya no les salían las cosas a los visitantes.
Al salir de este parón, Pablo Solís cogió la pelota y se trabajó un contundente 2+1 que le daba la vuelta al partido y enloquecía al centenar de aficionados Corsarios. ¡Qué nivel! Y a continuación, Jaime Romero recogió el testigo y él solito se guisó una elástica penetración en aro pasado para dar un golpe sobre la mesa. Todos sumaron en la plantilla de Guillermo Garrido, y esto se vio reflejado en el electrónico; 34-30.
Cuarto cuarto: la afición y jugadores Corsarios rematan la faena
Por parte del Liceo Francés seguía la cruzada de Noel Renedo contra el mundo… Y por primera vez en todo el encuentro, ganó Noel: se dio la vuelta fuera de la zona, empezó a recular centímetro a centímetro, ¡y posteó a cuatro jugadores rivales para anotar un canastón en la pintura!
En el campo contrario, Víctor Landete se lució con un eléctrico coast-to-coast, que evidenciaba la velocidad e intensidad a la que se estaba jugando. Ambas aficiones se divertían, mientras ambas plantillas sufrían de lo lindo en la cancha.
A mediado del cuarto Noel Renedo se llevó una técnica por protestar, y es que a pesar de sus grandes cualidades, entre la afición y los jugadores locales no le habían dejado sentirse cómodo ni un solosegundo. Repito, el ambiente parecía el del último minuto de una Gran Final.
Para poner la guinda al buen momento de Menesiano, apareció Pablo Solís con un nuevo triple a tablero, esta vez desde la esquina… Increíble, pero cierto. Y tras este inverosímil lanzamiento, el partido empezaba a decantarse para los locales, que se situaban 7 puntos por encima con menos de 4 minutos por jugarse.
En pleno “subidón” Corsario, Pablo Entrena hizo un nuevo inciso robando la pelota y comiéndose el aro en un coast-to-coast donde volvió a hacer gala de su despliegue atlético. Los visitantes pidieron tiempo muerto para idear una estrategia que les permitiese remontar 5 puntos en los dos minutos y medio que restaban, y durante este parón el pabellón se vio envuelto en una guerra de cánticos entre Búhos y Corsarios: ¡”Menesiano, Menesiano”! ¡”Liceo, Liceo”!
Se reanuda el partido y la primera en la frente; un lanzamiento triple que cayó con nieve a manos de Pablo Entrena parecía poner el partido patas arriba, pero en la siguiente jugada Alberto Martín tuvo la sangre fría de jugarse un lejano lanzamiento de media distancia (que no parecía muy buena opción, todo hay que decirlo) y dar la réplica para que no hubiese opción de remontada. Ahí estuvo el partido…
Ya a la desesperada Jaime Romero le robó la cartera a Noel Renedo, generando dos puntos fáciles al contraataque. Y en plena desesperación visitante, tras fallar los tiros libres, Noel cometió su quinta falta y tuvo que ver los instantes finales sentado el banquillo. No se puede decir que no lo intentó…
Menesiano cerró en encuentro con un par de sólidas defensas, y vio recompensado su esfuerzo, su juego en equipo y la confianza depositada en cada uno de sus Corsarios. Los Búhos se apean de la competición antes de lo esperado, pero es que Menesiano fue un equipo mucho más completo y se llevó el ajustado choque con un marcador de 43-37.
Redacción. Hace 10 horas
Redacción. Hace mas de 1 semana
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