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3 de Marzo de 2017. Colegio La Salle Maravillas
Octavos de Final Masculino
A pesar de la intensidad inicial de Jaime Aguado, los Centauros dominaron durante toda la primera mitad. Con un pausado juego colectivo y muchas canastas de fundamentos, Manyanet lograba frenar el correcalles que ,por cuestiones físicas, buscaba Maravillas. Los Abejorros solo consiguieron 5 puntos en el segundo período, pero tras el paso por los vestuarios y, de nuevo otorgando galones a Álvaro Rodríguez, consiguieron ganar la segunda mitad por 18 puntos. Este tardío arreón llevó a Maravillas hasta el decisivo 62-50 que les vale el pase a Cuartos de Final, mientras que los 25 puntos, 10 rebotes y 4 robos de Álvaro Rodríguez corroboran una vez más que estará en la lucha por el MVP de la competición.
Primer cuarto: tanteo de proyección descomunal
Con la grada repleta y el pitido inicial, el espectáculo no tardó ni cinco segundos en llegar. Jaime Aguado ya encaraba el aro desde la primerísima jugada, demostrando que en esta fase de la Copa Colegial ya no hay nervios o dudas que valgan. Desde la defensa, Padre Manyanet consiguió frenar un poco el ritmo con un par de robos de balón y atacando con parsimonia en la pintura, donde Gonzalo Mejías se hacía cada vez más grande y poderoso.
A mediados de cuarto el partido volvía a enloquecer, dominado por ese ritmo frenético que buscaban los locales, y ya a estas alturas la grada amarilla entonaba cantos de “¡MVP!” tras un contundente 2+1 de Álvaro Rodríguez. La puntería y el buen hacer defensivo de Gonzalo Bajo lograban endosar un parcial de 5 puntos sin contestación para los rojillos y hacer rugir a su hinchada, cada vez más activa. Al instante, Álvaro Rodríguez daba la réplica con un triple muy bombeado que llevó a Mayke Gondín a pedir tiempo muerto, y tras la salida del mismo, otro triple de Gonzalo Bajo ponía todo empatado a escasos instantes del final de cuarto.
Jaime Aguado seguía tiñendo el partido de velocidad y movimiento, los Centauros continuaban con su sosegado juego de pizarra y perfeccionados pick & rolls, y Santiago Álvarez persistía en su particular lucha con el rebote ofensivo; que en este caso le recompensó con una meritoria canasta sobre la bocina que ponía el 20-18 tras el primer asalto.
Segundo cuarto: “mucho ruido y pocas… canastas”
Los chicos de Padre Manyanet no conseguían imponer la tranquilidad deseada para que las piezas de su juego colectivo encajasen como es debido, pero la agitación y la eléctrica tónica que Maravillas buscaba tampoco daban sus frutos. En un partido cada vez más loco, tras cuatro minutos de cuarto solo habíamos podido presencial cuatro puntos, todos a manos de ‘los Gonzalos’ de Manyanet.
A mitad de cuarto, una canasta con tiro adicional de Héctor Figueroa ponía el +7 visitante, y los Abejorros no anotaban ni con golpes de fortuna. Aunque reboteasen y robasen con muchísima intensidad, el tanteo local permaneció inmóvil hasta que en una jugada ensayada a la salida de tiempo muerto Jaime Aguado encendió a sus aficionados contrarrestando con otro 2+1.
Con el escaseo de acierto y la falta de puntos, ambas gradas se batían en duelos líricos en los que competían por convertirse en la afición más ruidosa. Y con esta sonora batalla fuera de la pista los jugadores llegaban al intermedio con 25-31 en el electrónico.
Tercer cuarto: ¿es un pájaro? ¿es un avión? No, es Álvaro Rodríguez
Tras el descanso, los Centauros abrían el marcador percutiendo en la zona de forma rocosa, donde Gonzalo Mejías no encontraba rival. El conjunto bajo las riendas de Pere Estefanell, tras encontrarse con 8 de desventaja, subió una marcha en defensa y con canastas de fundamentos de Álvaro Rodríguez e Íñigo Rodríguez conseguían ponerse a tiro con medio cuarto por disputarse.
Santiago Álvarez, exultante de intensidad, seguía abordando el rebote ofensivo como si le fuese la vida en ello, y sumando debajo del aro lograba devolverle la ventaja en el marcado a los locales. El Fondo Amarillo, al verse por delante y con una dinámica indudablemente favorable, comenzó a corear el “¡sí se puede!” durante todo el tiempo muerto que pidieron los visitantes algo faltos de ideas.
Tras aclarar conceptos, los Centauros salieron más concentrados, y Gonzalo Mejías cambiaba las tornas con rebotes ofensivos y fintas en el poste bajo que recordaron a los movimientos de un joven Marc Gasol. ¡Qué fundamentos! Manyanet se encontraba más cómodo bajo este ralentizado compás de juego en equipo, y los Abejorros se pegaban como lapas al marcador gracias a numerosos lanzamientos desde el 4,60.
En este momento llegó el punto de inflexión del partido, que fue cuando con todo empatado: Álvaro Rodríguez robó un balón, y lo que parecía uno de los innumerables contraataques de Maravillas terminó con el jugador colgándose del aro y levantando a todo el mundo de su asiento. Pero este highlight no solo supuso un contundente cambio de liderazgo en el tanteo, sino que en la jugada posterior le volvió a robar la cartera a su defensor y anotó de nuevo a la contra sin oposición.
Padre Manyanet perdía tan solo por tres puntos, pero las sensaciones jugaban un papel importante por entonces. Y con un ambiente y una dinámica muy favorable para los locales; Santiago Álvarez se zafaba de dos defensores para anotar una bombita ‘con nieve’ e Íñigo Rodríguez sumó desde la personal para el 46-40.
Cuarto cuarto: Maravillas no cedió ni por un instante
Este último periodo comenzó con dos canastas de mérito en el uno contra uno de Gonzalo Mejías y Antonio Marín, que con mucha clase y emulando a ‘la bomba Navarro’ anotaban un par de floaters para no perder la esperanza. Maravillas ya no solo quería correr, sino que se entonaba jugando en estático con Íñigo Rodríguez trabajando las segundas oportunidades y Santiago Álvarez adueñándose de todos los rebotes procedentes de los errores Centauros.
En una jugada de pillo, Gonzalo Bajo conseguía sacar tres tiros libres a su defensor, y con cuatro minutos por disputarse los chicos de Padre Manyanet tenían opciones de meterse de nuevo en el partido. ¡Cómo habían cambiado las cosas! Pero en plena remontada, Gonzalo Gómez se convertía en un auténtico perro de presa en defensa (como ya lo fue contra Recuerdo), y justo cuando más le costaba remontar a los visitantes, los muelles de Álvaro Rodríguez volvieron a escena con otro mate tras un velocísimo coast-to-coast que demostraba una superioridad pocas veces vista en la Copa Colegial. El Fondo Amarillo se rendía a su MVP, que una vez más les devolvía los siete de ventaja y demostraba estar muy por encima de sus rivales.
Con un minuto por transcurrir, Manyanet no conseguía sumar y veía como el tiempo se agotaba cada vez más rápido. Y cuando los visitantes ya vagaban por el campo sin ninguna esperanza, un fade-away de Álvaro Rodríguez y un aplastante 2+1 de Santiago Álvarez pusieron el 62-50 en el marcador.
Tres años después los Abejorros jugarán de nuevo unos Cuartos de Final, mientras que los jugadores de Padre Manyanet dicen adiós a la competición tras unas más que respetables actuaciones que les han llevado a igualar la mejor marca en su trayectoria de Copa Colegial (disputaron unos Octavos de Final en 2008).
Cristina Abia . Hace 10 horas
Pablo Rupérez . Hace 17 horas
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