Pocas veces un marcador resumía tan mal un partido: los 19 puntos de ventaja de Maravillas en su colmena hacen creer que el encuentro de primera fase ante Irlandesas fue un paseo. Y fue un encuentro lleno de intensidad hasta el último minuto. 

El pabellón del colegio Maravillas se llenó hasta la bandera, con las cheerleaders calentando el ambiente y la mascota Abejón presentando a los jugadores de ambos equipos… ¡la Copa Colegial en la calle Joaquín Costa es una competición muy especial!

Proyección a 100 puntos para empezar
Abrió el marcador Irlandesas con un triple de Pablo Suárez, pero poco tardarían los abejorros en empezar a zumbar bajo tableros. Tras un inicio de intercambio de canastas, la torre local Santiago Álvarez-Barón, sumaba dos buenas acciones ofensivas consecutivas que obligaban a coach Menéndez a pedir tiempo muerto: 12-7.

Cerca de la canasta el dominio de Maravillas era patente (18-7), por lo que Irlandesas apostó por el techo del encuentro, Adrián Sánchez y sus 2.01 metros, para reducir distancias (18-11). Pero el ataque de los de casa carburaba de forma… maravillosa. 25-13 al terminar el primer cuarto ¡y eso que en Copa Colegial duran 8 minutos!

El rebote, la clave
Ese ritmo era difícil de mantener, y eso es lo que pasó. Los orgullosos verdes mejoraron la defensa, pero el rebote seguía siendo cosa amarillenta y aunque a otra velocidad, seguían aumentando diferencias. Para colmo, se retiró cojeando Sánchez (aunque pudo regresar minutos después).

“¡No luchamos un rebote!” se desgañitaba en la banda, y con razón, el técnico visitante. El goteo anotador de Maravillas era continuo y solía venir o en segundas opciones de ataque o montando una contra tras errar Irlandesas. Un 2+1 de un omnipresente Álvaro Rodríguez ponía el +20 en el marcador: 37-17. Redujeron un poco para llegar al descanso 37-21.

Demasiadas revoluciones
Tras la aplaudidísima actuación de las cheerleaders de Maravillas, el cántico “sí se puede” de la hinchada verde y el espeluznante grito espartano de sus jugadores quería ser el argumento de una segunda mitad que se abría con más diferencia quizá de la que habían merecido.

La falta en ataque del local Enrique Perpiñá en propio campo que abrió la segunda parte parecía la señal que estaban esperando en Irlandesas para cambiar el guión del encuentro.

Los rebotes empezaron a ser cosa verde también, y toda la fluidez en ataque que había mostrado Maravillas en la primera parte desapareció como por arte de magia en la segunda ¡no anotaron hasta el minuto 3 y fue el capitán Iñigo Rodríguez desde el tiro libre! Un contraataque bien finalizado por el irish Carlos Llorente obligó al técnico amarillo Pere Estefanell a pedir tiempo muerto mediado el cuarto. 39-26.

¿Sí se puede?
Pero Irlandesas había vuelto al partido y no quería volverse a ir. Los chicos de Menéndez defendían como jabatos y un triple de Juan Jerez a falta desató la locura: ¡a diez! 39-29

El partido era otro: golpes, tensión, tiros libres. Incluso una falta antideportiva, avisos de técnica y una ceja sangrando. Maravillas defendía su feudo y su ventaja con más fe que precisión y desde el 4.60 (hasta 8 tiros libres seguidos llegó a lanzar) volvió a abrir brecha: 49-31 para llegar al cuarto definitivo.

Camarero... ¿qué?
Un triple de Álvarez Barón volvía a poner la diferencia para los abejorros en la veintena (54-43). Aunque Irlandesas no bajó los brazos, Maravillas no se había relajado tras el “susto” del tercer cuarto y recuperó el “flow” en ataque. Así la remontada verde se quedó en amago y, entre los viejísimos chistes de “camarero, ¿qué?” en el Fondo Amarillo disfrutó con calma los últimos minutos la colmena de la calle Joaquín Costa. 

Al final, claro 60-41 para un Maravillas que vuelve a plantarse en segunda fase de Copa Colegial para presentar sus credenciales para intentar repetir las semifinales de 2014, 2008 y 2007.