El colegio Greenwich se llevó la victoria ante Santa Catalina de Sena (80-76) tras dos prórrogas y en un partido que ya es historia de la Copa Colegial por la emoción, intensidad y sobre todo, el deseo de ganar y la competitividad de ambos conjuntos.
La victoria del equipo local nunca se hubiera producido si no llega a ser por su afición. La “marea verde" arropó a su equipo y le llevó a adelantarse por primera vez en el tercer cuarto, y a conseguir un histórico triunfo en la Segunda Ronda frente a un colegio Santa Catalina de Sena que peleó hasta el final forzando dos prórrogas.
Primer cuarto (13-20): Máxima intensidad
El primer cuarto comenzó con un parcial de (0-6) para Santa Catalina de Sena gracias a dos triples de Guillermo de Elías. La intensidad era máxima y Greenwich recortó distancias con una canasta de Nicolás Luque tras un robo de balón y de Daniel Bravo que provocó un 2+1, aunque luego falló el tiro libre. Aunque Guillermo de Elías seguía lo suyo y anotó una bombita de esas de Juan Carlos Navarro. Carlos Nogales desde el poste volvió a recortar distancias, pero primero Andrés Murillo tras coger un rebote ofensivo y después otro triple de Guillermo de Elías, sumó tres en el primer cuarto pusieron la máxima diferencia, +7.
La alta intensidad y el gran ritmo competitivo era lo más destacable de un primer cuarto en el que se empezó a apreciar la intención de los dos equipos de llevarse la victoria. Un triple de Daniel Bravo y una entrada de David de Fermín colocaron el 11-15. Ante la reacción local, Gonzalo Estradé pidió un tiempo muerto y le funcionó. Iván Conde desde el tiro libre y Gonzalo Pérez desde el poste recuperaron el +7 de ventaja, en un partido que prometía ser frenético.
Segundo cuarto (30-38): La afición mantiene vivo a su equipo
El segundo cuarto arrancó con una canasta de Andrés Murillo, tras coger dos rebotes ofensivos de forma consecutiva. A pesar de la diferencia, Greenwich se volvió a meter en el partido gracias a un triple de David Fernández y una canasta de David de Fermín. El 4 de Greenwich se echó el equipo a la espalda y se vio un duelo muy bonito entre David Fernández y Andrés Murillo. El primero buscó su gran tiro exterior y el segundo aprovechó su altura para sacar ventajas desde el rebote ofensivo. Greenwich había conseguido ponerse a tan solo un punto. Gonzalo Estradé pidió tiempo muerto y le volvió a funcionar.
Tras la reanudación, cuatro canastas consecutivas del equipo visitante le devolvieron la ventaja. David de Fermín desde el triple recortó distancias, pero Jacobo Pérez e Iván Conde con una entrada ante varios defensores colocó el (30-38) al descanso. Greenwich tuvo la última posesión, pero falló el triple. La afición local, animando durante todo el encuentro y con niños sentados al lado de la pista, había mantenido a su equipo vivo en los peores momentos del partido.
Tercer cuarto (45-47): El momento de la “marea verde"
El primer minuto del tercer cuarto comenzó sin ninguna canasta, algo bastante extraño teniendo en cuenta lo que había sido la primera parte, pero tras ese minuto volvió la intensidad máxima de la primera parte. Era el momento del colegio Greenwich, que se metió de lleno en el encuentro con un parcial de esos que asustan (13-3). Rodrigo López se hizo fuerte tanto en defensa, con un tapón a Andrés Murillo, como en ataque, con cinco puntos decisivos para igualar el partido, David de Fermín anotó a tres minutos del final del cuarto la canasta que ponía por primera vez por delante a Greenwich en el partido (43-41).
La locura entre la afición era máxima, la gente aplaudía, coreaba los nombres de los jugadores y no dejaba de animar. Aunque Santa Catalina de Sena no se iba a rendir, y con un parcial de (2-6) se fue al último cuarto con una ligera ventaja gracias al rebote, donde Andrés Murillo seguís dominando, acabó el partido con 25 rebotes. Daniel Bravo tuvo a falta de un segundo la oportunidad de irse por delante, pero falló el lanzamiento de tres. Todo estaba por decidir.
Cuarto cuarto (63-63): El último asalto
El último cuarto comenzó con dos triples seguidos, uno por cada equipo. Iván Conde, tras coger un rebote defensivo, se recorrió todo el campo para anotar una de las canastas de la jornada, pero Daniel Bravo desde el triple y David de Fermín tras una penetración volvieron a poner uno arriba a Greenwich. Santa Catalina de Sena recortó distancias, pero un triple de David Fernández colocó a Greenwich dos arriba. Una jugada después, Pablo Martín volvió a empatar el partido, y Nicolás Luque le dio ventaja en el marcador a Greenwich.
A tres minutos del final, y dos arriba, Gonzalo Gala pidió tiempo muerto. Tras la reanudación, Andrés Murillo provocó un 2+1 para darle ventaja a su equipo. Greenwich no aprovechó su ataque, e Iván Conde penetró y puso a su equipo tres arriba. Aunque parecía que el conjunto visitante iba a conseguir el triunfo, el partido dio la vuelta, David Fernández provocó un 2+1, y aunque no consiguió anotar el tiro libre, volvió a meter a su equipo dentro del partido. Santa Catalina de Sena notó la presión y falló su ataque, Gonzalo Gala decidió pedir otro tiempo muerto.
Le funcionó. Daniel Bravo anotó un triple a veinte segundos del final que desató la locura en el banquillo y entre el público que se puso de pie aplaudiendo a su jugador. Incluso algunos aficionados del equipo visitante también aplaudieron. Aunque el partido no había acabado, Santa Catalina tuvo la última, Iván Conde penetró y el balón tocó la red justo cuando quedaban dos décimas, 63-63. El partido se marchaba a la prórroga.
Primera prórroga (72-72): Nadie se merece perder
Tras un final agónico, la prórroga no iba a ser menos. David de Fermín metió la primera canasta del tiempo extra e Iván Conde le replicó con otra penetración. De nuevo, Iván Conde forzó un 2+1 y volvió a adelantar a su equipo. Aunque Daniel Bravo desde el tiro libre recortó distancias. Cuando parecía que Santa Catalina podía llevarse el encuentro, de nuevo, Gonzalo Gala pidió tiempo muerto a falta de 37 segundos.
David de Fermín anotó dos tiros libres y la presión de Greenwich surgió efecto, recuperación del propio David de Fermín que se inventa un pase a Daniel Bravo y el escolta provoca un 2+1, aunque falla el tiro libre, uno arriba Greenwich. De nuevo, la presión volvió a ser clave, otro robo de balón del equipo local que acaba con David de Fermín en los tiros libres. El escolta anotó el primero, pero falló el segundo.
La última posesión era, otra vez, para Santa Catalina. Iván Conde, que acabó el partido con 24 puntos, se la volvió a jugar, sin miedo, sin presión, y le volvió a salir, volvió a anotar la canasta decisiva, esta vez a tres segundos del final, y forzar así la segunda prórroga del encuentro.
Segunda prórroga (80-76): La magia de la Copa Colegial
Todo se iba a resolver en los últimos tres minutos, si nadie forzaba una nueva prórroga, David de Fermín anotó la primera canasta, aunque desde el tiro libre, Andrés Murillo puso a un solo punto a su equipo. Aunque primero Daniel Bravo, también desde el tiro libre y luego David de Fermín colocaron cuatro arriba a Greenwich. Pero Santa Catalina no se rindió, Iván Conde anotó un tiro libre y Andrés Murillo, tras coger un rebote ofensivo colocó el 77-76 a falta de 26 segundos.
Gonzalo Gala pidió tiempo muerto. Sacaba Greenwich, 24 segundos de posesión, y falta sobre David de Fermín. El escolta falló el primer tiro libre, también el segundo, le pudo la presión. El balón era ahora para Santa Catalina de Sena, pero la presión del equipo local surgió afecto, recuperaron el balón y falta otra vez sobre David de Fermín.
Antes de que tirara los tiros libres, Gonzalo Gala le llamó, habló con él, le tranquilizó y le quitó la presión, David metió los dos tiros libres. Quedaban 13 segundos de juego, y la única opción de Santa Catalina era el triple, Guillermo de Elías se la jugó, falló, aunque volvió a tener otra oportunidad, pero de nuevo, no entró. Rodrigo López cogió el rebote, le hicieron falta y anotó el primer tiro libre para que su equipo se llevara la victoria (80-76). Con el pitido final, se desató la locura, la afición de Greenwich no dejó de aplaudir a sus jugadores.
Los dos entrenadores se abrazaron, cualquiera de los dos podía haber ganado, y la fiesta fue conjunta. David Fernández, jugador de Greenwich definió así el encuentro: “Ha sido una locura, yo no estoy acostumbrado a esto". Precisamente, la locura de la Copa llenó el pabellón del Greenwich y consiguió que la tarde del viernes 11 de febrero fuera una fiesta para los dos equipos, que nos regalaron un encuentro que ya forma parte de la historia de la Copa Colegial.