¿No tienes usuario?
Crónica: Mario Marty Agudo
Fotos: Mario Marty Agudo
7 Abril, 2019
Un ambiente tremendo es lo que le esperaba a todo aficionado al baloncesto colegial que hubiese salido de casa este viernes por la tarde para presenciar un espectáculo mayúsculo. Volvía la Copa Colegial 2019 y lo hacía a lo grande, en un escenario inigualable, un mito de esta competición. Y es que son nada menos que ocho los estandartes de campeon@s que cuelgan orgullosos de las paredes del pabellón del Colegio Estudio, donde una vez más intentaría ser fetiche de un equipo local que, tras años de sequía, volvía a unas semifinales de la Copa Colegial. En frente esperaba un hueso duro de roer, un equipo con una trayectoria impecable en esta edición, otro histórico del baloncesto colegial que llegaba por segunda vez a semifinales con ganas de alcanzar, por fin, la tan ansiada oportunidad de pelear por el campeonato: los osos de Pilaristas.
No era una cita cualquiera y todos lo sabían. La organización, los equipos, el público…la familia colegial al completo volcada para hacer de este día algo inolvidable. Con las cámaras de La Otra de Telemadrid pendientes de todo movimiento y el gran Pedro Bonofiglio de maestro de ceremonias, los jugadores de ambos conjuntos aparecían en escena en una espectacular presentación que culminaba con las palabras de un jugador de cada equipo en pro del espectáculo y el respeto en la cancha. La emoción flotaba en el ambiente y todos los ojos se dirigían ya hacia el centro de la pista mientras el estupendo conjunto arbitral se preparaba para lanzar la bola al aire… ¡y comenzaba la semifinal de la Copa Colegial!
Primer cuarto: Aquí nadie va a dar su brazo a torcer
El partido comenzaba en medio de un griterío a la altura del momento. Sin tiempo para dejarse tantear por el rival, Estudio sorprendía en una rápida acción de Pablo Díaz que anotaba una bandeja y abría la lata para disolver los nervios del principio. La concentración era máxima y Pilaristas no solo respondía, sino que daba un puñetazo encima de la mesa con un tremendo triple tras un “stepback” de libro con la firma de Jaime de Luque.
Quedaba claro que allí nadie había venido de paseo, sino a dejarse la piel en pro del sueño del estandarte. Estudio llevaba el ritmo, con un fluido movimiento de balón que surgía en la cabeza de Enrique Uzquiano y del que se beneficiaba especialmente Nicolás Hernando, a la postre MVP del partido. El pívot canalizaba el juego y dominaba tanto el rebote como la anotación de los locales, que se reponían bien del triple recibido con un parcial de 8-3. Pilaristas no se arredró y daba muestras de lo bien trabajado que estaba desde el conjunto técnico, poniendo orden y encontrando el aro local sin demasiadas dificultades, empatando el partido llegando ya a la recta final del primer período.
Sin embargo, si algo tenían claro los osos de Pilaristas era que la única forma de parar a Estudio sería desde atrás, y ante los atónitos ojos de los aficionados locales que llenaban el pabellón, los de azul y blanco remontaban y se ponían por encima en un despliegue motivado por la defensa zonal y el buen hacer de Santiago García y Guillermo Fernández, que se turnaban para perforar una y otra vez la red de la canasta de Estudio. Su labor llevaba a su equipo a terminar el cuarto 12-16 mientras el sonido de la bocina acompañaba al banco a unos cariacontecidos jugadores locales. Nada iba a ser fácil este día.
Segundo cuarto: Igualdad total en una batalla digna de una semifinal
El ritmo estaba siendo frenético, pero la dinámica inicial había cambiado. Pilaristas se encontraba cómodo, bien asentado en una zona que causaba grandes problemas a Estudio al forzarles a lanzar desde media y larga distancia. Así, los primeros minutos del segundo cuarto se convertían en un devenir de fallos locales mientras Pilaristas aumentaba poco a poco su ventaja a base de tiros libres que forzaban enfilando con decisión la canasta.
La táctica funcionaba y el luminoso llegaba a indicar un +8 a mediados del período para los osos. El entrenador de Estudio, Erik Mordt, miraba a su banquillo con gesto serio mientras lanzaba continuas series de combinaciones entre jugadores para conseguir por fin dar con la tecla que rompiese el cerco. Y es que ahí está uno de los grandes valores de este equipo, en la virtud de su fondo de armario. Al fin, Estudio despertaba y conseguía hacer valer su presión a todo campo, que estaba siendo ampliamente superada y aprovechada por los visitantes hasta el momento. Desde la línea de personal llegaba la arremetido de Estudio, ya que 4 tiros libres seguidos anotados por Nicolás Hernando volvían a poner el partido en un puño (18-20).
Pilaristas veía cómo Estudio comenzaba a desperezarse, pero mantenían el tipo gracias a los puntos de Juan Braña. Todo indicaba ya que llegaríamos al final de la primera parte con ventaja para los osos cuando en un arreón final de gran intensidad, el último ataque de Estudio terminaba con el balón en las manos de Enrique Miret, quien lanzaba y anotaba un triple estratosférico que hacía estallar el pabellón…¡Estudio se colocaba uno arriba!
Tercer cuarto: Aparece la actitud del campeón… ¡Estudio arrasa el parquet!
Con los nervios a flor de piel y absolutamente todo por decidirse, aparecían en escena l@s gimnastas del colegio Estudio para liberar las tensiones de los asistentes al gran partido que ambos conjuntos estaban regalando. Ante las miradas brillantes de las aficiones allí congregadas, las chicas y los chicos de este selecto grupo deportivo volaban por los aires realizando un sinfín de acrobacias digno de la preparación física que conlleva, ¡menudo espectáculo!
Apenas sin darnos cuenta gracias al estupendo trabajo de estos chicos y chicas, los jugadores de las dos escuadras en disputa volvían a la pista para desenlazar aquello por lo que habían ido hoy allí a jugar… ¿quién conseguiría un pase para la gran final de la Copa Colegial 2019?
El balón volvía a ponerse en movimiento y Estudio salió a morder. Algo había cambiado en las miradas de los locales, quizá la charla en el vestuario había insuflado ánimos extra, pero lo que se vieron en los siguientes 8 minutos no lo había mostrado Estudio hasta entonces en el partido. La primera jugada de la segunda parte era un tapón colosal de Pablo Miralles a Jaime de Luque que sentaba las bases de las nuevas reglas que Estudio iba a imponer. Con un quinteto pequeño, rápido y fuerte, los de amarillo derrochaban intensidad y esfuerzo. Unas cualidades muy presentes especialmente en Pablo Miralles, uno de esos jugadores que entiende su rol a la perfección y lo desempeña con el casco de minero y la pala a rebosar de carbón. En él se sustentaba gran parte de la acción colectiva defensiva de los locales, que iniciaron un vendaval de juego de proporciones épicas.
La zona de Pilaristas perdía fuelle ante el arrebato de Estudio y el cansancio hacía mella liberando espacios que antes no existían y que, ahora sí, volvían a ser amplificados por el rápido movimiento de balón de Estudio y el trabajo de pizarra. Solo faltaban los beneficiaros, y en ese momento reaparecían Nicolás Hernando y Nicolás Gutiérrez, que con 16 y 10 puntos respectivamente ponían el broche a un partido tremendo. A partir de ahí, la diferencia comenzó a tornarse evidente a favor de unos locales que dominaban todos los aspectos del juego y que aprovechaban su mayor presencia en el rebote ofensivo (hasta 10 concedieron los visitantes en el cuarto) para llegar a una diferencia que podía ser definitiva para decantar la semifinal (51-31).
Último cuarto: Pilaristas baja los brazos ante el poderío local
La situación pintaba difícil para Pilaristas, que había recibido un duro golpe moral de cara a la recta final del encuentro. Estudio se sabía con ventaja, numérica y mental, por lo que solo se permitieron rebajar un poco la intensidad mostrada en el cuarto anterior. Fue suficiente. Pilaristas no iba a dejar de intentarlo, pero los balones no entraban y cada vez costaba más llegar con garantías al campo rival. Las prisas por encontrar una solución al problema antes de que se hiciese demasiado tarde acabaron por condenar a un equipo que se había mostrado tremendamente ordenado y disciplinado hasta el descanso.
Estudio tiró de oficio y ponía la puntilla con acierto de cara al tiro exterior y con su dominio bajo el tablero rival, siendo el rebote ofensivo el gran acicate para no echar a perder la ventaja obtenida en ese maravilloso tercer cuarto. El último minuto transcurrió rápido, celebrando ya jugadores y afición la inminente victoria que se culminó con el pitido final y la invasión del campo de un colegio que volvía a hacer historia.
Tras más de 4 años, el colegio Estudio volverá a pelear por el gran sueño del baloncesto colegial, por un nuevo estandarte que cuelgue de tan laureado pabellón en la Gran Final de la Copa Colegial, donde ya espera la gran revelación de esta edición, Escolapios, en lo que sin duda será una batalla legendaria. Por otro lado, queda como más que digno semifinalista el colegio Pilaristas, que se lleva un marcador a casa que para nada refleja el desempeño de un partido que tuvieron totalmente de cara durante mucho tiempo…pero así es la locura colegial, ¡imprevisible!
Redacción. Hace 2 días
Redacción. Hace mas de 1 semana
Todos los jueves nuestro programa en YouTube de entrevistas y reportajes con Nacho Bonilla y Sergio García Muñoz. No te lo pierdas!
Gracias a Wibo cada colegio de la Copa Colegial puede tener su equipación completamente personalizada
Un programa para que puedas apoyar, colaborar y ayudar a la durabilidad de un proyecto deportivo y educativo único.