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15 de Marzo de 2019. Colegio Escuelas Pias San Fernando
Octavos de Final Masculino
FINALIZADO
Crónica: Mario Marty Agudo
Fotos: José Fernández Mariñas
16 Marzo, 2019
Un espectacular viernes primaveral hacía de escenario de gala para una vez más, disfrutar del suculento show que la Copa Colegial ponía ante los ojos de todos los aficionados al baloncesto colegial. La mejor competición de baloncesto colegial del momento ponía esta vez incluso un mayor aliciente de emoción, el derbi de Pozuelo entre los Lobos de Escolapios y los Raptors de Liceo Sorolla, dos colegios que comparten acera en la calle y buenos amigos entre los pasillos…hasta la tarde del 15 de marzo, porque esta vez es el paso a cuartos de final de la Copa Colegial lo que está en juego.
El estandarte empieza a vislumbrarse en el horizonte, y ninguna de las dos escuadras que se encontraban en el estupendo pabellón del colegio Escolapios quería renunciar a la gloria…no sin antes pelear a cara de perro.
No era un día cualquiera, y el público lo sabía. En las gradas, atestadas desde el principio del partido, podían verse representadas todas las edades del cole. Peques, y no tanto, que se iban a dejar la garganta para aupar a sus chicos hasta el final, pasase lo que pasase. Tras la emocionante presentación, el conjunto arbitral ponía el silbato en marcha y se hacía un mínimo silencio. La tempestad colegial iba a dar comienzo.
Primer cuarto: Una manada de Lobos hambrientos arrasa el parquet
El partido empieza por todo lo alto y entre un griterío ensordecedor. El ambiente es apabullante y los primeros minutos sirven para que los dos equipos midan fuerzas mediante ataques estáticos, largos pero infructuosos. Sin embargo, había un Lobo que sabía exactamente a qué venía. Con un triple que estallaba el pabellón, Álvaro Jiménez abría la lata y sonreía. Un aviso de lo este jugador podía llegar a hacer sobre la pista. Por si fuera poco, un robo de Pablo Ardila en el siguiente ataque rival propiciaba un gran contraataque que culminaba él mismo. Escolapios había llegado para jugar.
Ambos conjuntos querían correr, pero los Raptors no encontraban el aro con facilidad. La presión y la gran defensa local hacían bien su trabajo, especialmente atenta al robo de balón. Álvaro Jiménez llevaba la batuta y los Lobos empezaban a encontrarse cómodos en su acierto. Al observar esto, el coach visitante Lucas Martín ordenaba una zona 2-3, pero los Lobos estaban inspirados y merced a una gran distribución del juego seguía martilleando el aro rival con triples de hasta tres jugadores diferentes.
El Sorolla debía reaccionar rápido para engancharse al partido, así que desde la defensa se pusieron manos a la obra. Su juego comenzaba a fluir con regularidad de la mano del base Ricardo Moreno, que conducía ya sin miedo los contraataques de los Raptors y enlazaba varias canastas seguidas para no perder la poderosa estela local. El tiempo se agotaba y el esfuerzo mostrado sobre la pista nos regalaba un marcador de 20-10 al final del primer período.
Segundo cuarto: Escolapios mantiene alto el listón
Después de las intensas instrucciones de los entrenadores, los jugadores volvían a saltar al campo con ganas de guerra, aupados por los cánticos y ánimos de la grada. Quedaba mucho por jugarse, pero si algo va bien…mejor no cambiarlo. Los Lobos calcaban el inicio del partido con un triple de Álvaro González y un robo que les devolvía la posesión. Los Raptors demostraban problemas para cerrar las rápidas dentelladas que acometían los locales, con pocas ayudas una vez Escolapios rebasaba la primera línea de la zona. En ataque, los visitantes adolecían de pausa para ordenar su juego y una vez más surgían los problemas para encontrar el aro.
Las defensas adquirían seriedad y el ritmo decaía un poco. Los tiros libres cobraban protagonismo y Escolapios aumentaba su ventaja sin demasiados problemas dirigidos una vez más por un magistral Álvaro Jiménez, a lo que se sumaba la solidez de Carlos Becker en ambos lados de la cancha. Sin embargo, poco a poco, los jugadores de Sorolla encadenaban jugadas exitosas. Una canasta a la media vuelta de Enrique López levantaba al público visitante y sus jugadores se animaban. Los Raptors comenzaban a batir la presión defensiva de los Lobos y aprovechaban los huecos que dejaban en la recuperación para clavar dos triples consecutivos a cargo de Jorge de Diego y Sergio Arteaga.
La diferencia se mantenía alrededor de los 12 puntos, pero los locales no se ponían nerviosos. Gran cuarto de todo el equipo, demostrando una concentración extrema en su juego para mover el balón con cabeza. En cada ataque la pelota terminaba en las manos del jugador liberado y seguía el buen porcentaje desde la media y larga distancia. Un triple apoteósico de Álvaro González ponía la puntilla y daba a su equipo la máxima ventaja hasta el momento justo antes del descanso. Sonaba la bocina y se daba por concluida una primera parte extraordinaria de los Lobos, que encaraban el resto del partido con la confianza por las nubes.
Tercer cuarto: El cansancio hace mella, pero la ventaja se mantiene
Después del gran esfuerzo físico de la primera parte, el tercer cuarto comenzaba de forma menos impetuosa. Sorolla tenía prisa y no pensaba rendirse, pero los locales llevaban con inteligencia el ritmo del juego a su terreno. Los primeros minutos discurrían con menor acierto y más lucha bajo los aros. El Raptor Jorge Pérez ponía toda la carne en el asador y dominaba el rebote ofensivo, pero su tesón no se acababa por traducir en puntos de su equipo y una vez más eran los Lobos quienes abrían el marcador, como no, de mano de Pablo Ardila.
Con el juego algo más trabado, era el momento de los bases. El visitante, Ricardo Moreno, cogía el testigo de sus compañeros y recorría la pista de un lado para otro. Su presencia sumaba puntos para el Sorolla, pero la diferencia en el marcador alcanzaba sus máximos por encima de los 20 puntos. En esto tenía mucho que ver el gran control del juego del backcourt local representado por Álvaro Jiménez y Álvaro González, que desde fuera de la zona dominaban a su antojo el tempo del partido y empezaban a desesperar al rival.
Los Raptors sentían que el tiempo se iba consumiendo, pero no iban a morir sin luchar hasta el último aliento. Sergio Arteaga y Ricardo Moreno (líderes de anotación en su equipo), volvían a poner el balón dentro del aro y Sorolla conseguía al fin decantar el marcador parcial del período hacia los visitantes. El público raptor se desgañitaba para animar a los suyos, pues parecía que la dinámica aún podía cambiar para el último y definitivo cuarto.
Último cuarto: La intensidad local ahoga el último intento Raptor
Últimos 8 minutos. La grada vibra ante el desenlace de unos maravillosos octavos de final de la Copa Colegial. Los jugadores vuelven a la pista con la determinación en sus miradas. Es ahora o nunca…así que la intensidad empieza por las nubes. La defensa de Escolapios sigue en plena forma ante la insistencia del entrenador local Jaime Gómez, que no quiere relajaciones de última hora, pero ahí está Ricardo Moreno firmando una nueva canasta y 10 puntos en su casillero particular para los visitantes. Sorolla se venía arriba, aupados por los cánticos de “¡Sí se puede!” de su grada, que no cejaba en su empeño. Sin embargo, los Raptors no contaban con la explosión del Lobo Carlos Becker. Una bellísima penetración con reverso dejaba al pabellón boquiabierto, pero era solo el principio de su despliegue, en especial defensivo, y es que este jugador barría la pista de un lado para otro con un ánimo incansable.
El partido encaraba su recta final, y he aquí la grandeza de esta competición. Escolapios seguía a lo suyo, sin demasiados problemas para anotar. Parecía que nada podría poner en jaque ya la victoria local, y entonces surgió el orgullo Raptor. Un primer triple de Jorge de Diego y un 2 más uno de Jorge Pérez dejaban a los visitantes a una asumible diferencia de 10 puntos. Después de ir todo el partido por detrás, haciendo gala de un ánimo inquebrantable, el Liceo Sorolla todavía estaba vivo. De pronto, un estelar Jorge de Diego anotaba un nuevo triple y le enseñaba los dientes al rival. ¡Estaban a 7!
Escolapios se atragantaba. Lo imposible parecía más cerca que nunca. Pero, es estos momentos cuando aparecen los mejores jugadores. Álvaro Jiménez asumía la responsabilidad de llevar a su equipo a cuartos de final y pedía el balón. Dos tiros libres anotados y una inconmensurable bandeja con falta recibida liberaban la tensión contenida en el pabellón y en el propio jugador, que dedica a su público lo que ha sido sin duda la jugada del partido. El entrenador Raptor pide tiempo, pero la distancia ha vuelto a los 12 puntos y se confirma decisiva cuando el dúo arbitral pita el final de este partidazo de baloncesto colegial.
La alegría se derrama por el pabellón de los Escolapios. Los jugadores están eufóricos, y no es para menos después de la gran victoria conseguida. Un muy digno Liceo Sorolla se despide de la competición. Los Raptors remaron hasta el último segundo, pero la diferencia forzada en la primera parte fue finalmente demasiado para ellos. Escolapios avanza hacia los cuartos de final y se postula como un serio candidato en su lado del cuadro. Un equipo trabajado que va a dar muchos dolores de cabeza… ¡suerte!
Redacción. Hace mas de 1 semana
Redacción. Hace 2 semanas
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