Cinco años después del conocido como 'Duelo Siberiano', los chicos de Corazonistas pensaron en una justa venganza para los Cangrejos: en vez de hacerles jugar al aire libre en una heladora noche de invierno, les congelarían a base de fundamentos y superioridad baloncestística. Y a pesar de que los jugadores de Coras 'se quedasen algo fríos' en la segunda parte, los 25 puntos de ventaja al descanso fueron una cifra imposible de remontar para los visitantes. Corazonistas logró su pase a los Octavos de Final con un contundente 49-30 sobre los Catalinos.

Primer cuarto: los tiros libres sosiegan el frenético inicio de Coras

Como en todo partido de Copa Colegial, los nervios y el exceso de ganas fueron la tónica dominante durante los primeros minutos. Aunque esta vez, los locales supieron aprovechar este nerviosismo e hiperactividad para establecer su ‘modus operandi’: defender y correr. Sergio Hernández se iba adueñando de la pintura, peleando y percutiendo bajo los tableros, mientras que sus compañeros le acompañaban con vertiginosas contras que llegaron a poner el 9-0 en el marcador.

Por parte de los visitantes, la excitación y la presión tenía un efecto completamente opuesto: a pesar de que moviesen la pelota con calma y precisión, no conseguían anotar de ninguna manera. Mientras que Coras corría y corría, los Cangrejos deleitaban con un pausado juego colectivo, pero que a falta de 3 minutos solo les había recompensado con dos tiros libres. En los últimos instantes del período, las faltas y las visitas a la línea de personal aminoraron el ritmo del partido, y un interminable intercambio de lanzamientos desde el 4,60 puso fin al primer asalto con un 17-9 favorable a los de rojo. 

Segundo cuarto: poderío Corazonista, en la zona y en el perímetro

No habían transcurrido ni 3 ataques cuando Sergio Gutiérrez abrió el cuarto con un triplazo de parábola inverosímil. Y fue entonces, cuando además de la amenaza exterior, Corazonistas otorgó protagonismo a Javier Truchado, un titán que demostró no tener rival en la pintura. Truchado no solo anotaba ante la oposición Catalina, sino que atrapaba cualquier balón que ambos aros escupiesen e incluso ejercía como piedra angular en las bellas triangulaciones de los locales.

Santa Catalina buscaba revolucionar el partido mediante una defensa férrea y correr transiciones algo alocadas, buscando 'el factor fortuna' que invirtiese la dinámica del encuentro. Daniel Hernández y Jaime Fernández conseguían anotar un par de canastas para los de naranja, pero el cambio de marcha resultó jugar en su propia contra: cuanto más corrían los cangrejos, más descuidados de volvían. Y Corazonistas no dudó en aprovechar esta ocasión para poner los 20 de ventaja gracias a la anotación y al buen hacer defensivo de Truchado, quien levantó a su público con varios tapones de mucho mérito. El resultado antes del descanso era ya de 40-15 para los jugadores dirigidos por Alfredo Julio Medinilla.

Tercer cuarto: los Cangrejos suben líneas y secan a los locales

Tras el paso por los vestuarios, Corazonistas comenzaba con ataques de 3 y 4 oportunidades atacando como locos el rebote ofensivo, aunque los Catalinos, dañados en el orgullo por la contundente desventaja en el marcador, no les iban a dejar transformar sus intentos en puntos. Claramente, los jugadores de Corazonistas tenían más talento y facilidad anotadora que los jugadores de Santa Catalina de Sena, pero en el momento en el que los tiros no les entrasen todo quedaría en manos de la garra y el esfuerzo, ámbitos en los que los visitantes dominaron durante los 32 minutos.

Coras no era capaz de finalizar sus ataques, mientras que Santa Catalina se encomendaba a Antonio Garrido en una intentona de recortar distancias. Habían pasado 5 minutos de cuarto y Corazonistas no había sumado ni un mísero punto. Aunque en un momento puntual, Alfonso Calero destrozaba el ‘subidón’ visitante con un triple de puro crack que celebró dejando la mano en el aire; en señal de que le había costado muy poco transformar ese lanzamiento. 

Pero a pesar de la superioridad técnica, la incesante presión defensiva de los jugadores bajo las órdenes de Gonzalo Estrada se impuso en este tercer cuarto, y con un precioso ‘coast-to-coast’ de Daniel Hernández y unas brillantes sucesiones de robos y contras, consiguieron reducir la desventaja hasta el 43 a 24.

Cuarto cuarto: un mero trámite para Corazonistas…

Jaime Fernández anotaba la primera canasta de este último período, una canasta que precedió a un sinfín de errores e imprecisiones por parte de ambos conjuntos. Pasaron tres largos minutos en las que la nota dominante seguía siendo defender, robar, correr, y que saliese lo que tuviese que salir. Pero el marcador seguía inmóvil.

La falta de acierto en la plantilla de Santa Catalina tampoco era una novedad, pues no habían estado enchufados en ningún momento del encuentro, pero la sequía anotadora de Corazonistas empezaba a ser sangrante: 3 puntos anotados entre el tercer período y los primeros tres minutos del cuarto. Los cangrejos estaban dejando buenas sensaciones logrando frenar en seco cualquier estrategia local y consiguiendo jugadas con infinitas oportunidades tras rebote ofensivo. Pero los de naranja seguían igual de fallones de cara al aro, y a falta de tres minutos la diferencia de 15 puntos parecía ser demasiado grande.

Unos últimos minutos de locura y espesura en ataque pusieron el broche a un partido que no tuvo mucha emoción en cuanto al tanteo, pero que mantuvo un ritmo apasionado de principio a fin. Y la diferencia final de 49-30 parecía una justa recompensa a la batalla presenciada por los 300 aficionados que abarrotaron el pabellón de Coras; una batalla que coronó al talento Corazonista y que dejó sin premio al admirable esfuerzo Catalino.