Corría el miércoles 16 de febrero cuando a las 18:45 de la tarde llegaba la hora de disputar un nuevo partido de la segunda ronda de la Copa Colegial madrileña. El torneo auguraba un auténtico partidazo, al que además de la magnitud del encuentro se le sumaba la eterna y sana rivalidad entre los dos colegios presentes: Alameda de Osuna y San José del Parque. 

Muchos eran los recuerdos que a ambos equipos les traía el rival a la cabeza. A bote pronto, las compañeras de los chicos que hoy se jugaban el pase a octavos ya disputaron este mismo encuentro, de segunda ronda, el año pasado, cayendo la victoria del lado de las de Alameda. Y bueno, no está de más añadir que la cronista aquí presente, en sus tiempos mozos, hace ya unos 7 años, también cayó eliminada con su equipo (San José del Parque) en la Copa Colegial en ese mismo campo, contra ese mismo equipo. ¿Sería el momento de dar la vuelta a la tortilla y que Maristas diese un paso hacia delante para vencer a su rival Alameda de Osuna?

Primer cuarto: el comienzo del partido ya deja prever un auténtico partidazo.

Con la grada cada vez más llena, el árbitro lanzaba el balón al aire y con ello daba comienzo al encuentro. En los primeros compases del partido ya se podían apreciar algunos detalles que serían una constante durante el resto de este choque de titanes: rápido movimiento de balón de los Duendes de Alameda y una dura defensa de los Caimanes de Maristas.

Como no podía ser de otra manera, este partidazo comenzaba con un triple del Caimán Santi Del Castillo desde la esquina que era respondido por otro triple del Duende Ignacio Fernández, esta vez desde cabecera. Y por si fuera poco, al minuto Gonzalo Abad volvía a anotar un triple para aumentar las distancias respecto a Maristas. ¡Menudo festival de triples! Pero no, Maristas no iban a dejar tan fácilmente que sus rivales se alejasen en el marcador. Su estrella Luis Abril lideró a los caimanes y con varios movimientos magníficos en el poste bajo conseguía que su equipo acabase 14-14 el primer cuarto. 

Segundo cuarto: fue empezar y no parar. Gran actuación de Alameda en este cuarto.

Nuevo cuarto y con el marcador en tablas, nuevo partido. Aparece el gran Rubén Abajo en juego para adelantar a los Caimanes en el marcador con un bonito tiro en suspensión. Los Duendes empiezan a tirar de pizarra para atacar a sus rivales: cuernos, jugada de fondo… y a ello se le suma la fuerza con la que entran al aro y pelean el rebote, una combinación que les permite desesperar a los rivales y obligarles a hacer faltas personales que rápidamente se convierten en tiros libres. Y de esta manera, Íñigo García, un auténtico jugón, consiguió acabar con la sequía anotadora de los locales en este segundo cuarto.

Y esto fue empezar y no parar. Los Duendes cogieron carrerilla y atacaron a los Caimanes encontrando todos y cada uno de sus puntos débiles. Los chicos de Irene Bollero corrían el contraataque, luchaban todos los balones divididos, metían tiros de media distancia, algún triple más (otro de Gonzalo Abad), metían canastas espectaculares colándose entre rivales o tirando de técnica para hacer diferentes finalizaciones… una auténtica locura que se tradujo en un marcador de 31-23 al descanso.

Tercer cuarto: Los Maristas salen a morder y con un objetivo claro: ganar el partido.

Si algo corre por la sangre de los Caimanes de San José del Parque es orgullo, coraje y pasión. Y así lo demostraron todos los jugadores de Gonzalo Gasca allí presentes. Liderados por Miguel Rascón y Santi del Castillo, los Maristas salieron a morder. Numerosos robos y grandes acciones individuales acercaban de nuevo a los visitantes en el marcador.

Sin embargo, Alameda seguía encontrando los pequeños fallos que Maristas no conseguía solventar para atacarles. Los rebotes seguían teniendo un color: el rojo, y la presión que los locales impusieron, no permitía a los chicos de Avenida de Champagnat sacar el balón con facilidad. Pero como ya os he dicho al principio de este cuarto, los Maristas son pura pasión, y en este cuarto quedó más que demostrado. El marcador mostraba un apretado 37-36 cuando el árbitro indicó el final del cuarto.

Último cuarto: Íñigo García, la bestia que acabó con el sueño de los Caimanes.

Y si este cuarto tiene algún nombre, es Íñigo García, el jugador con el dorsal número 4 de Alameda de Osuna. Cogió rebotes (para que os hagáis una idea, en una misma jugada llegó a coger tres), robó balones, se tiró al suelo a por balones divididos, dio asistencias y anotó; anotó 13 puntos en este cuarto, de tiro libre, posteando, un triple… Y si a ello le sumamos un triplazo de su compañero Gonzalo Abad con la mano de su rival Nico Guzmán en la cara, el resultado final queda en 53-39 a favor de Alameda.

No fue posible la victoria Marista. Los Duendes se impusieron una vez más ante los Caimanes. Pero a pesar de ello, los de San José del Parque demostraron de nuevo que son un equipazo muy duro de vencer. Seguro que en el futuro ambos colegios cruzarán de nuevo su camino, ¿será la siguiente la definitiva? ¿conseguirán los caimanes vencer a los duendes? De momento, desear toda la suerte del mundo a los chicos de Alameda en sus próximos encuentros y felicitar a ambos equipos por brindarnos un partido de tan alto nivel.

MVPs: Alonso López Castelo y Miguel Rascón Ramiro.