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19 de Marzo de 2021. Colegio Alameda De Osuna
Segunda Ronda Masculino
Crónica: Nicolás Araujo Cortés
Fotos: Gabriel Montero
20 Marzo, 2021
Tras haber, limpiado, recogido y desinfectado todo lo perteneciente al partido femenino se procedió con los preliminares para este segundo encuentro de esta extraña y fría mañana de baloncesto colegial en uno de los colegios más míticos de la competición. Ambos conjuntos masculinos llevaban un par de horas enfriándose en las gradas mientras apoyaban a sus compañeras, y por fin les llegaba el esperado momento de entrar en calor y ver si podían corroborar el doblete local o si los Caimanes de San José podrían salir victoriosos en esta festividad madrileña que lleva su nombre.
Por desgracia, al igual que en el anterior choque, todo se decidió en los primeros ocho minutos y la contundencia y profundidad de los Duendes no tuvo respuesta por parte de los visitantes en un primer cuarto en el que tan solo consiguieron anotar dos puntos. Tras el vendaval inicial los chicos de Alameda no soltaron el acelerador, y a pesar de que en el tercer y cuarto período los Caimanes sacaron algo de orgullo y dieron la cara en nombre de su entrenador Gonzalo Gasca, sus buenos minutos no fueron suficientes para lograr una remontada que habría llegado si no fuese por el buen hacer final de Álvaro Atienza y sus trabajados movimientos al poste.
Los visitantes tuvieron dos caras, una horrorosa en la primera mitad y una garra tremenda en la segunda, en la que llegaron a recortar más de 15 puntos de desventaja a pesar de tener un equipo mucho menos talentoso; pero los Duendes de Alameda han venido a la Copa de este año para llegar hasta las rondas finales y sus estrellas Alonso López y Álvaro Atienza se hicieron de oro con 16 y 24 puntos respectivamente para dilapidar cualquier esperanza de un equipo visitante que tan solo metió dos puntos más que los 40 que cayeron por parte de la combinación del alero y el ala-pivot local.
Primer cuarto: el esfuerzo coral de los Duendes aporta multitud de soluciones ante un desacertado San José
Los Duendes abrieron la lata con una bonita conexión en la que Fernando Iglesias atrajo a 3 defensores por línea de fondo para asistir al corte en forma de tráiler desde cabecera por parte de un Ignacio Fernández que pudo colarse por el centro hasta la mismísima red.
Los primeros minutos vinieron muy delimitados por el desacierto en ambos aros, con los de azul fallando muchos tiros liberados y los locales estrellándose contra la firme defensa de los Caimanes. Para romper esta sequía anotadora, Daniel Tijeras dibujó un gran pase con mucha verticalidad a la zona para que Álvaro Atienza colocase el 8-0 en el marcador y obligase a Gonzalo Gasca a pedir tiempo muerto.
La primera (y única) canasta visitante del cuarto llegó a manos de Luis Abril, quien se jugó un ataque individualista (no en el mal sentido) al poste bajo: pide espacio mientras bota de espaldas para recortar espacio a su par, le empuja, le arrastra, gira y la sube en suspensión contra el cristal para anotar con mucha clase. También insistía en la zona su compañero Santiago del Castillo, que usaba su corpulencia para adueñarse de la pintura, pero a pesar de que se pegaba bien contra los rivales, el aro no le recompensaba y le escupía todos los lanzamientos que intentaba.
En este primer período tan errático, por lo menos los locales encontraron buenas continuaciones y anotaban puntos fáciles debajo del aro. Y esa fue la única diferencia para esta inicial desventaja de 10 puntos en el marcador: que a pesar de que San José también hacía buenas defensas, carecían del talento anotador del que gozaban los Duendes; 12-2.
Segundo cuarto: la maquinaria ofensiva de los locales ya funciona por inercia
En la primera jugada del cuarto los visitantes lo intentaron por todos los medios, en un ataque que duró más de 40” y en el que disfrutaron de hasta 3 lanzamientos a canasta gracias al buen hacer reboteador de sus hombres grandes. Pero no había manera de traducir su esfuerzo en puntos, y eso ante un equipo tan habilidoso y completo como Alameda de Osuna es un gran problema…
En contraste, en la primera ofensiva a manos de los locales, Íñigo García se lucía en la zona con un vertiginoso spin-move para dejar a todos locos y meter miedo con su imponente capacidad atética. Aunque afortunadamente, a esta jugada pudieron dar contestación los Caimanes con una bonita combinación entre Ángel Vadillo y Miguel Rascón.
Justo después, el visitante Rubén Abajo se elevó por encima de todos los presentes en la pintura para anotar un palmeo en suspensión utilizando la tabla, y aunque todavía fuesen 10 abajo, su gran esfuerzo en la pintura había hecho que en cuestión de minuto y medio el equipo de los Duendes hubiese cometido 5 faltas y se fuese a pasar el resto del cuarto en bonus. Los Caimanes vieron aquí un hilo de esperanza, con la oportunidad abierta de poder recortar con tiros libres durante los siguientes seis minutos.
Pero la diferencia física entre ambas plantillas se hacía evidente en multitud de ocasiones, como ocurrió de nuevo con este soberbio taponazo con el sello de Álvaro Atienza que dilapidaba una preciosa triangulación que habían elaborado los chicos de San José. Los visitantes no podían luchar en el electrónico, pero el partido estaba competido y había ritmo y tensión.
Fernando Iglesias hizo las delicias de todos los presentes con una meritoria canasta en el 1x1 al más puro estilo CP3, jugando con la lentitud y el centro de gravedad muy bajo para notar el contacto de su defensor cercándole por detrás y levantar la delicada bombita en cuanto su par se pasó de frenada.
Llegamos a la mitad del período con ambos equipos en bonus, lo que se tradujo en minutos muy trabados y con multitud de interrupciones a un juego muy espeso que realmente no favorecía a nadie; ni si quiera a los que éramos meros espectadores. Por lo menos, los locales, no se conformaban con la gran renta y seguían dándolo todo en defensa, llegando incluso a forzar 8” en campo propio.
Álvaro Atienza seguía siendo el amo y señor de la pintura, liderando un entretenido intercambio de canastas que no decantaba la balanza para ninguno de los lados y que tan solo servía para que los Duendes siguiesen a velocidad de crucero. Esta relajación defensiva, permitiendo canastas como si nada, no gustó al entrenador de los visitantes, y ordenó un quíntuple cambio para castigar a los cinco jugadores en pista por haber permitido que el partido se rompiese de nuevo con una diferencia de casi dos decenas; 30-12.
Tercer cuarto: la dupla López-Atienza mantiene a raya a unos Caimanes muy peleones
Al volver del paso por los vestuarios el partido se transformó en una competición de pérdidas de balón, con mucha velocidad y explosividad en los movimientos, pero sin sentido alguno. Daba la sensación de que los clásicos nervios iniciales se habían pospuesto y en vez de en el primer cuarto se habían adueñado de los jugadores ahora en el comienzo de la tercera manga.
Tras un par de minutos por fin llegó algo de calma, con la firma de Alonso López y una flotadora que cayó con nieve por el centro de la zona. Posteriormente, Miguel Rascón colocó un tremendo pincho de merluza a Pablo Palmero cuando este ya se relamía bajo el aro, e instantes después Íñigo García daba la réplica con otro soberbio gorro sobre Santiago del Castillo.
Gonzalo Abad clavó el primer lanzamiento desde 6,25 del encuentro y bajó a defender dedicándoselo a su banquillo, pero su rival Lucas Guzmán no solo le devolvió la canasta desde el perímetro con otro triplazo sino que además luego convirtió dos canastas más para encabezar él solito un parcial de 7-0 y recuperar algo del acierto que les había faltado a los Caimanes hasta el momento.
Pero Alonso López tenía una facilidad para anotar que hacía que los puntos se le cayesen de los bolsillos, y eso que daba la sensación de que estaba jugando a medio gas mientras se centraba en que todos sus compañeros sumasen por igual… Ojito a lo que puede hacer este jugador si es que su equipo realmente le necesita y le da galones en ataque.
Jaime Castillo repitió una jugada de pizarra en el saque de fondo ofensivo para recompensar el corte de Rubén Abajo, quien aprovechó a la perfección el despiste defensivo de la zaga de alameda con una puerta atrás de manual. Por parte de los de Alameda de Osuna, Álvaro Atienza parecía Olajuwon en la zona rival con una deliciosa finta de reverso en el poste bajo, y luego con un contundente tapón tirando al suelo a su atacante en la zona propia.
Luis Abril era el encargado de dar la cara y asumir la responsabilidad en ataque de unos Caimanes que ya no sabían qué hacer, y aunque Luis disputó un periodo para quitarse el sombrero, con gran esfuerzo, intensidad e inteligencia en las decisiones, estaban muy superados en el 5x5 y la diferencia no se había recortado ni en un mísero punto: 46-26.
Cuarto cuarto: Rubén Abajo recorta distancias, pero Atienza finiquita con 10 puntos consecutivos
El alero visitante Rubén Abajo abrió el cuarto con una canasta de mucho mérito levantándose ante 3 defensores rivales, y escasos segundos después su compañero Enrique Ugalde veía fortuna desde más allá del arco con un lanzamiento desde 45º que maquillaba ella diferencia hasta los 13 puntos y obligaba al conjunto local a pedir tiempo muerto.
La salida del minuto reglamentario fue inmejorable, con Álvaro Atienza deslumbrando de nuevo en la zona mientras giraba como una peonza y se cuadraba con gran coordinación para salir del reverso anotando en pérdida de paso. Casi nada… Estos cuatro puntos seguidos de Álvaro eran más que necesarios, ante unos Caimanes que se llegaron a poner a 12.
Rubén Abajo nos deleitó a todos con un eléctrico coast-to-coast terminando con 2+1 después de un euro-step a una velocidad de vértigo mientras absorbía el contacto y ponía a su equipo diez puntos por debajo en el electrónico. Pero Álvaro Atienza estaba impartiendo un auténtico clinic de movimientos en el poste, y ahora con una finta de pase a lo Luka Doncic manda a paseo a su defensor, se gira hacia el lado contrario y pivota para sumar dos nuevos puntos bajo el aplauso de todos los presentes.
Este último cuarto estaba precioso y mucho más competido que los anteriores, y si no hubiese sido por los diez puntos seguidos del corpulento center local, quizás los jugadores entrenados por Gonzalo Gasca hubieran llegado a remontar una diferencia que durante un par de minutos pareció muy, pero que muy asequible.
La gran diferencia del resultado final fue consecuencia de una sucesión de jugadas intrascendentes, pero habría que despedir a los Caimanes de San José con un gran aplauso ya que su segunda mitad estuvo casi a la altura del juego de unos Duendes de Alameda que no se van a conformar con esta victoria y que tienen plantilla y talento de sobra para llegar muy lejos en la Copa Colegial 2021.
Redacción. Hace 2 días
Redacción. Hace 2 semanas
Redacción. Hace 2 semanas
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