Con paso firme, juego sólido y dominando el marcador en todo momento. ¿Existe mejor manera de honrar al superviernes de la Copa Colegial que protagonizando un superdebut y jugando un superpartido? Pues eso es lo que hizo Valdeluz en su puesta de largo en la presente edición del torneo, donde se impuso por 67-37 a un complicado rival como es Pureza de María.
Alentado por una 'Guarida del Dragón' en cuya grada no cabía un alfiler, el conjunto 'rojillo' arrancó la contienda como un auténtico ciclón, firmando un contundente parcial de entrada de 14-2 que le permitió liderar el luminoso en todo momento. Asimismo, tuvo la astucia de provocar dos tempraneras personales de la alero visitante María Teresa Rodríguez, sin duda uno de los pilares de las 'panteras' pero que se vio obligada a marcharse al banquillo trascurridos únicamente 49 segundos de encuentro.
Liberadas de su pegajosa defensa, a las 'dragonas' les fue más sencillo mover la pelota, en busca de tiros cómodos desde media distancia. De hecho, a la conclusión de la contienda acabarían firmando un buen 46% de acierto en lanzamientos de dos, con 9 de 11 en el primer cuarto. Un impresionante nivel en ataque que además encontró concordancia atrás -¡7 robos en 7 minutos, 3 de ellos de Emma Domínguez!-, cristalizando ello en un resultado de 22-8 al final de este asalto inaugural.
Un asalto inaugural en el cual brillaron con luz propia los 10 tantos de una imparable Marta Trigueros. así como la magistral dirección de Carmen Martín.
No obstante, pese a su confortable colchón en el electrónico, Álvaro Martín continuaba pidiendo a sus chicas concentración y orden, sabedor de que el duelo no estaba ni mucho menos ganado. ¡Cuánta razón tenía el 'coach' de Valdeluz!
En la reanudación, Pureza de María elevó un escalón su intensidad defensiva y llegó a ponerse a tan solo siete puntos de su rival mediado el segundo acto (24-17). Reacción en la que desempeñó un papel fundamental Andrea Fernández Albandea, quien recolectó 5 tantos, 2 rebotes, 2 faltas en contra y una asistencia a lo largo de esta racha de 2-9.
Haciendo valer sus poderosos 175 centímetros de estatura -la más alta de su equipo junto a Diana Lalwani-, la base dio todo un 'clinic' de movimientos en el poste alto y en el bajo, forzando a las 'dragonas' a efectuar numerosos dos contra uno en sus infructuosos intentos de detenerla. Pero como base que es, la visión de juego corría por sus neuronas y aprovechó esos dobles marcajes para encontrar liberadas a otras compañeras.
Así pues, bien podría decirse que Andrea Fernández Albandea pertenece a esa estirpe de inhabituales 'point-center' que de cuando en cuando nos deleitan sobre el parqué, en la senda de los Sabonis, Divac o Jokic. Poca broma.
Por consiguiente, no es de extrañar que fuera elegida a la conclusión del choque como MVP Wibo, junto a la local Isabela Sánchez. Una Isabela Sánchez que a su vez ejecutó esas 'labores de intendencia' que a menudo pasan desapercibidas para el público, pero que son muy apreciadas por los técnicos.
Cuando peor lo estaba pasando Valdeluz, volvieron a emerger las figuras de Carmen Martín y Marta Trigueros, quienes tras haber retomado oxígeno en el banquillo restablecieron diferencias en el luminoso. En menos de dos minutos -los que restaban para el descanso-, la primera logró 2 puntos, 2 robos, un rechace y una asistencias, por los tres tantos y una recuperación de la segunda. Ello, unido a un triple crucial de Emma Domínguez otorgó a las anfitrionas una ventaja de 32-19 al receso.
Un receso que no cambió la dinámica del partido, pero que sí nos invitó a intuir que su desarrollo habría sido diferente si María Teresa Rodríguez no se hubiera cargado tan pronto de faltas. Acierto, velocidad, poder reboteador... sus cualidades ayudaron a Pureza de María a mantener viva la esperanza y a ella misma, a despedirse con honor de una Copa Colegial a la que por edad tiene que decir adiós.
Pero como las 'dragonas' tampoco levantaron el pie del acelerador, la brecha en el marcador siguió acrecentándose poco a poco, con Marta Poveda intimidando en la zona y 'coach' Álvaro Martín realizando sustituciones de cinco en cinco. Cambios totales de quinteto que sin embargo no mermaron las prestaciones del equipo local, mostrándose así como una máquina engrasada a la perfección.
Al final, 67-37 para un Valdeluz que se ha ganado el derecho a soñar y que lanza un aviso a la Copa Colegial cual rey Lear de William Shakespeare: "No te pongas entre el dragón y su furia".