¿No tienes usuario?
9 de Abril de 2021. Colegio Santa María Del Pilar
Octavos de Final Femenino
FINALIZADO
Crónica: Nicolás Araujo Cortés
Fotos: Daniel Osuna
11 Abril, 2021
Dimos comienzo a esta tarde de baloncesto colegial sobrecogidos por un sorprendente frío primaveral en el que tendríamos que vivir el primer encuentro en una de las pistas exteriores del imperial colegio Santa María Del Pilar. Pero a pesar del frío y de no poder contar con las lujosas instalaciones interiores, se hizo un gran esfuerzo por ayudar con el mayor despliegue de medios posible; cámaras, streaming en directo, equipo de sonido, presentación con speaker…
Antes del propio pitido inicial se podía apreciar el contraste entre ambos conjuntos, ya que si mirabas al campo donde calentaba el equipo visitante podías ver a la impotente plantilla de las Duendes, con sus 12 jugadoras dispuestas a dar otro golpe de autoridad (como hicieron a las primeras de cambio en la jornada anterior), pero si mirabas a la otra mitad del campo verías que del equipo local tan solo había 6 jugadoras en la cancha, y que con esa diferencia de roster, más que jugadoras necesitarían ser guerreras para poder plantar cara durante 32 minutos.
Con esta disparidad de plantillas, que avecinaba claramente cómo se desarrollaría el encuentro, y tras una presentación por todo lo alto con los nombres de las jugadoras y la lectura del huddle inicial, se ponía el balón en juego y ambos colegios se disputarían un codiciadísimo pase a Cuartos de Final. La pelea en el marcador no duró ni si quiera pasada mitad del primer cuarto, en el que las Duendes arrancaron motores con un parcial inicial de 0-17, comandadas por 10 puntos prácticamente consecutivos de su base titular, Elena Ortiz.
La sequía inicial lastró al conjunto de las Tigres, que tuvo que ir a remolque ya desde los primeros minutos luchando contra la marea de un escuadrón de Duendes que vuelve a dejar claro que, lideradas por las directrices de Elena Ortiz y Sara de Diego, combinadas con la altura de sus jugadoras interiores, tienen todas las papeletas para plantarse en la final de este año. El no disponer de más de uno o dos cambios en todo el partido, contra la frescura y superioridad física de las jugadoras visitantes, hizo que todo esfuerzo y atisbo de remontada local (el resto de cuartos estuvieron muy a la par) se quedasen en "un quiero y no puedo" en el que sí que es cierto que le lavaron la cara al partido, pero donde en todo momento se evidenció una clara diferencia entre ambos equipos.
Primer cuarto: las Duendes revientan el partido con su mejor arma, robar-correr
El talento de Elena Ortiz no tardó ni dos jugadas en hacerse evidente dentro de las líneas del campo exterior del colegio de Santa Mª del Pilar, y en la primera bola que toca lidera una contra con un delicado (pero a la vez explosivo) cambio por la espalda para romper a su defensora e ir directa hacia el aro para abrir la lata. Además, en la siguiente acción, le roba la cartera a una jugadora local y corrobora el contraataque con una bandeja fácil y comenzar con 4 puntos seguidos.
El equipo de las Tigres sale muy bien mentalizado, mandando jugadas y buscando una seria organización en ataque, pero la envergadura e intensidad defensiva de las Duendes intimidaba más de lo previsto y estos elaborados ataques locales se convertían en ofensivas demasiado largas, sin ideas muy claras, con falta de decisión, y pases y botes que se chocaban contra un muro de Duendes que en cuanto robaban la pelota armaban contraataques para que Elena Ortiz siguiese sumando puntos en su haber con un 0-6 favorable a ella en el marcado total.
La primera canasta que no tenía el sello de Elena llegó a manos de su compañera Patricia Calvín, en una jugada de pizarra en saque de fondo ofensivo que liberó un tiro de media para la jugadora interior, e instantes después Elena Ortiz volvía a robar y anotar en 1x0 forzando el tiempo muerto por parte del entrenador Antonio Forcada; quien veía que no solo tenía 6 jugadoras para todo el encuentro, sino que ya iba perdiendo 0-10 y esto acababa de empezar.
Las Tigres ya no lograban pasar al línea del medio campo con bote, y esto era una sucesión de pérdidas-robos por parte de las activas manos de las Duendes, que defendían a toda pista sabiendo que el cansancio haría mella mucho antes en sus rivales que en ellas. El entrenador de las locales decidió plantar una zona 1-3-1 que dificultase un poco las vías de anotación de Alameda, y no era mala idea intentar frenar esta sangría forzando tiros exteriores (especialmente en una cancha al aire libre, donde los porcentajes de acierto siempre son mucho peores).
Pero de poco sirve una zona si no cierras el rebote y aumentas la intensidad defensiva, por lo que las Duendes aprovecharon este despiste para atiborrarse a rebotes ofensivos y seguir sumando a placer: el marcador ya lucía 0-17 y estábamos a mitad de cuarto. En estos momentos pudimos presenciar un tímido tiro libre anotado por Sofía Fontán, que los presentes aplaudieron como su hubiese sido una canasta desde el medio campo.
La base de las locales, Lara Monjas, nos deleitó con un estupendo manejo de balón y seguridad en sí misma a la hora de subir la bola y sortear la defensa a toda pista, pero luego llegaban a campo ofensivo y era como darse de bruces contra una pared: parecía que las Tigres jugaban contra una categoría más (de uno o dos años más mayores) y no lograban levantar un solo lanzamiento a canasta. Ana Yanmei y Ana Navarro conectaron en un precioso tuya-mía tras uno de los innumerables robos que estaban haciendo, y por fin llegó la réplica (primera canasta en juego para las locales) a nombre de Mariu Cermeño tras una detallada jugada de pizarra en un saque de banda en el que Sofía Carmona puso un bloqueo ciego para que Mariu la subiese con su mano izquierda: 3-19.
Segundo cuarto: el juego colectivo de las Tigres por fin da algún fruto
Este segundo período se estrenó con acierto en la primera jugada, en una penetración con la firma de Inés Bustamante en la que bregó, empujó, chocó contra el cuerpo de la defensora, y a pesar de no haber ganado un solo centímetro de ventaja siguió hacia dentro como un tren de mercancías para anotar un 2+1.
Instantes después llegó la respuesta por parte de Lara Monjas, quien robó el balón en campo defensivo, cruzó como una bala hacia el aro rival y dejó una bandeja exquisita con la mano izquierda mientras absorbía el contacto de su par. Su compañera Sofía Carmona aportaba su granito de arena con otra penetración marcando bien los pasos para deshacerse de su marcaje y apoyándose en el tablero. Las jugadoras locales estaban sacando fuerzas (nadie sabe de dónde) para subir líneas defensivas, y a pesar de contar con tal solo 2 suplentes (Lucía Bachiller llegó tarde y apareció de improvisto en el banquillo) le estaban lavando la cara a un partido en el que ya la diferencia de tanteo era lo de menos.
Las Duendes confiaron las riendas de este segundo asalto al ingenio y manejo de balón de su otra talentosa base, Sara de Diego, pero a pesar de su superioridad baloncestística su equipo ya no anotaba con tanta facilidad y daba la impresión de que ya no jugaban con la intensidad e inercia del principio de partido: 13-26.
Tercer cuarto: Alameda vuelve a abrir brecha en un trabado asalto lleno de tiros libres
En la primera acción tras pasar por los vestuarios, una de las Tigres se disponía a anotar otra bandejita en la zona y seguir recortar distancias, pero apareció la garra defensiva de Cristina Adán para colocar un soberbio pincho de merluza y sorprender a todos los asistentes con un tapón que por el ruido que hizo, y con el frío que hacía, tuvo que dolerle la mano durante unas cuantas jugadas…
Las chicas entrenadas por Antonio Forcada volvían a plantar una zona defensiva para que Alameda se tuviese que jugar más lanzamientos triples en un partido en el que claramente, toda la superioridad había venido con puntos en la zona y canastas debajo del aro. Este período comenzó muy denso, con muchas pérdidas por parte de ambos equipos y con poca fluidez en el juego, aunque en uno de estos momentos de sinsentido llegó el primer lanzamiento desde más allá del arco, y sorprendentemente cayó para el lado de las locales: Lara Monjas clavaba un triple de tremenda parábola para dar una alegría a sus compañeras tras tantos minutos de espesas combinaciones sin éxito.
Otra nueva cadena de robos y canastas al contraataque por parte de Elena Ortiz y sus compañeras de perímetro devolvían la tónica inicial a un encuentro en el que Santa Mª Del Pilar por fin había encontrado su momento y vio como en cuestión de segundos las visitantes volvían a poner tierra de por medio sin prácticamente esfuerzo (o fortuna) alguno. Las locales pidieron un nuevo tiempo muerto para dar un respiro a sus jugadoras, que a pesar de ir muy por debajo, se estaban dejando la piel.
Al salir del minuto reglamentario hubo otro despiste defensivo de las Tigres y de ello se aprovecharon Inés Bustamante y su instinto para adueñarse de los rebotes ofensivos, para continuar con un eléctrico euro-step entre tres defensoras y anotar la canasta que ponía a su equipo doblando en el marcador.
El resto del cuarto vino marcador por otra sucesión de faltas personales y unas señales de que ya estaba todo decidido y parecía que ya ambos conjuntos jugaban sin grandes aspiraciones ni estrategia, sino que más bien tenían que estar en pista hasta que acabase el partido y lidiar con lo que había sucedido hasta ahora… Las Duendes, en cuanto querían, anotaban, y las contras lideradas por Elena Ortiz y Ana Navarro eran un auténtico huracán: 18-37.
Cuarto cuarto: un período muy anotador y reñido, que ojalá hubiese sido el primero y no el último
Abrimos el último asalto con dos lanzamientos desde el 4.60 con el sello de Laura Martín y su buena mecánica de tiro, y más de lo mismo vimos por parte de las locales, ya que Sofía Carmona también sacó una falta personal después de recorrer toda la pista en un vertiginoso coast-to-coast en el que derrochó una potencia más característica del físico de las Duendes que de las Tigres…
Ana Navarro le regaló una asistencia de lujo a Elena Ortiz, después de que esta segunda realizase un corte por línea de fondo para poder transformar dos puntitos con su mano izquierda en un nuevo despliegue de recursos y fundamentos. Poco después, Laura Martín le gana el choque y el contacto a Sofía Carmona (algo que no es fácil) en un llamativo enfrentamiento de 1x1 para finalizar una nueva penetración muy explosiva.
Ambas plantillas encadenaron muchos tiros fallados, sobre todo un gran desacierto en lanzamientos exteriores y desde fuera de la zona, pero con la evidente superioridad física y atlética por parte de las chicas entrenadas por Daniel Martín no era difícil transformar esos fallos en rechaces ofensivos y canastas en la pintura, donde ahí sí que no fallaban; especialmente Patricia Calvín.
Mariu Cermeño sumaba de poco en poco con acciones de coast-to-coast y su mano izquierda, instantes después su compañera Lara Monjas se animaba con una bombita contra el cristal y otra bandeja en pérdida de paso y a continuación Mariu Cermeño se volvía a apuntar a la fiesta para cerrar un rápido parcial de 8-0.
Y de nuevo, siguiendo los cánones, cuando mejor estaban jugando las locales llegaba la daga visitante: triplazo de Ana Yanmei que cae con nieve y se desliza por dentro de la red en una tarde en la que tan solo vimos dos lanzamientos desde más allá del 6,75m. Una nueva combinación entre Ana Yanmei y Cristina Adán y la correspondiente réplica en forma de canasta y tiro adicional a manos de Irene Fernández pusieron fin a unos minutos muy descafeinados en los que ambos equipos iban a la deriva desde hacía mucho rato: 32-53.
Redacción. Hace más de 1 mes
David Monzón. 1:11:18. Hace 2 meses
Redacción. Hace 3 meses
Todos los jueves nuestro programa en YouTube de entrevistas y reportajes con Nacho Bonilla y Sergio García Muñoz. No te lo pierdas!
Gracias a Wibo cada colegio de la Copa Colegial puede tener su equipación completamente personalizada
Un programa para que puedas apoyar, colaborar y ayudar a la durabilidad de un proyecto deportivo y educativo único.