Los chicos de La Llauna replican a Escolapis y se llevan un movido partido que han tenido por la mano en todo momento. Los hermanos Montero, de diez

Tras el triunfo de las féminas de Escolapis, los chicos de La Llauna se veían obligados a salir a por todas para intentar no irse de vacío a casa. Carlos Montero, Marc López. Javier Heredia, Alex Guerrero e Iker Montero formaban el cinco inicial de La Llauna; mientras que Jacobo Garcia-Rojas, David Caballol, Guillem Canaleta, Àngel Iborra y Jan Alba eran los elegidos locales para intentar ganar de nuevo e irse a casa con el pleno de victorias en el bolsillo.

Carlos Montero rompía el hielo con autoridad tras un triplazo made in La Llauna nada más empezar y, junto a su amigo y compañero Marc López, lideraba un claro parcial de 2 a 8 en los primeros 120 segundos. Los nervios y la tensión se palpaban en las filas de Escolapis, pero Guillem Canaleta lo solucionaba rápido con un magistral 2+1 para ajustar el marcador (6-10, min 3). Alex Guerrero, por eso, no se quedaba corto y respondía en las alturas. Dos sabios palmeos del ala-pívot de 190 centímetros, daban alas a La Llauna, que volvía a coger distancia ante un Escola Pia que no estaba convenciendo a su público. No convencía a su público, pero tampoco a su entrenador, que rotaba constantemente a su banquillo en búsqueda de una solución. “O os empezáis a hablar o esto no funciona”, clamaba el míster Borja Costa al observar el desfavorable marcador de 13 a 18 (min. 6) y viendo que le rey del rebote estaba siendo La Llauna. Un intercambio de triples entre Humbert Torrego y Daniel Llibre desbocaba el marcador, que en los ocho primeros minutos ya indicaba un abultado 19 a 23.

El segundo acto, sin embargo, no sería tan movido como el primero. Con la misma tensión, pero con menos acierto, La Llauna volvía a tirar del rebote para seguir creciendo en el partido y, guiados por los hermanos Montero (Carlos e Iker) estiraban el tanteo un poquito más (25-30, min 12). Viendo el espectáculo desde la grada se encontraba Alex Font, actual jugador del Barça B de baloncesto con ficha del primer equipo. Y es que la Copa Colegial no tiene límites ni fronteras… Como fronteras tampoco tiene el escolta local Canaleta que, con un 2+1, reenganchaba a su team en el marcador. El liderazgo de Canaleta estaba siendo una de las claves para entender que Escolapis solo perdiera de siete (29-36, min 14). Y es que su zancada, así como su tremenda visión de juego, estaba facilitando las cosas a su equipo, que en otras circunstancias quizá estaría sufriendo un descalabro mayor. Pero un step back de Àngel Iborra demostraba a su compañero Canaleta que no estaba solo y, de paso, despachaba el cuarto con un parejo 34 a 36 en el luminoso.

Con un efervescente y jugoso 36 a 38 en el marcador tras los tiros BIE, comenzaba la segunda mitad. Por parte de La Llauna, Llibre y Guerrero tiraban del carro, mientras que por la otra, Caballol marcaba los compases locales. Escolapis no se estaban sintiendo cómodos y, hasta el momento, habían ido la mayor parte del tiempo a remolque en el marcador. El vistoso juego de Carlos Montero estaba dando sus frutos y, tras dos tiros libres encestados y un triple “a lo LeBron” celebrado con el puño en alto, disparaba el electrónico a un dominante 38 a 51 antes del enésimo timeout. A la vuelta, La Llauna seguía en sus trece y Montero proseguía con su masterclass de bote y tiro. Pero dicen que en los malos momentos aparecen los mejores jugadores. Y vaya si es así: triplazo resolutivo de David Díaz para reducir diferencias a la decena de puntos (45-55, min 24). La grada se iba animando por momentos y, conforme veía a los suyos más cerca en el marcador, más gritaba. Incluso en los tiros libres lanzados por Montero, la gradería no callaba y no dejaba de animar. Un tiro libre de Iborra servía para zanjar el parcial y ajustar el tanteo: 48 a 57.

Entre gritos de las decenas de supporters que se mantenían en el pabellón a grito de “ESCOLAPIS”, llegaba el turno del pequeño de los Montero. Iker, nacido en el 2003, desmontaba las ilusiones locales con una trabajada bandeja ante la incesante defensa de Escola Pia. Los de amarillo, que ahora estaban apretando las tuercas en defensa aun y la canasta de Montero, necesitaban de alguien que liderase un parcial anotador para poder volver a creer. La energía insuflada por los fans colegiales, sin embargo, no se traducía en un rush anotador, pues uno de sus líderes, Canaleta, era sustituido debido a su cansancio. Aunque David Díaz se mostraba eficaz desde la línea de tiro libre, el pívot visitante Marc López seguía manteniendo la ventaja local (54-63, min 29). Una ventaja que, desde la grada local, no se creían que fuera suficiente. Gritos de “¡¡¡QUEDA MUCHO PARTIDO!!!” demostraban la fe de Escolapis en el baloncesto. Hasta el último segundo no se darían por vencidos.

Unos instantes de desconexión de La Llauna permitirían a Escolapis tener opciones hasta el minuto 31, pero un par de buenas acciones de Daniel Guerrero desestimaban las esperanzas locales para finalizar el choque por 61 a 69. De esta manera, La Llauna le devolvía la partida a Escola Pia y se clasificaba para la siguiente ronda entre nuevos gritos de “ESCOLA PIA, OÉ!” de los aficionados locales, que no se rindieron en ningún instante y creyeron hasta el bocinazo final.

Carlos Montero (La Llauna) y Guillem Canaleta (Escolapis) fueron elegidos MVP’S del partido.