25 años no son nada

"El olor es el mismo de hace 25 años". Es la primera frase que dice Enrique Fernández nada más pisar el pabellón del Colegio Maristas. Él sabe muy bien lo que se vive entre esas cuatro paredes. Tantos y tantos partidos jugó vestido de la camiseta de Mayoral Maristas que es imposible no emocionarse. Se le ve cara de nostalgia, recordando tantas jugadas y sobretodo, tantos triples, que anotó en las mismas canastas que hoy en día cuelgan del techo del mítico palacio maristeño.

Casi 25 años hacía que no volvía al lugar donde nació el una de las potencias colegiales más fuertes de España. El Colegio Maristas, para todos aquellos que no lo sepan, tuvo un equipo repleto de jugadores del colegio luchando en la máxima categoría del baloncesto español. "Era un equipo de amigos que junto dos americanos buenísimos -Mike Smith y Ray Smith- hacían de las suyas cada fin de semana", repiten una y otra vez cuando se habla de aquel equipos entonces entrenado por Javier imbroda.

"Las sillas donde se sentaban los técnicos siguen ahí, el parqué del suelo ha cambiado un poco pero es también el mismo, las paredes...pero sobretodo el olor es el mismo. Muchos recuerdos tengo de esa época que me emociono nada más recordarlo". Son las palabras de un Enrique Fernández que entregó por segundo año consecutivo los premios a los campeones de la Copa Colegial y Bifrutas en Málaga, donde reside habitualmente.

Antes de la final de chicas entre Asunción y Maristas tuvo su homenaje particular de una grada de abarrotó el colegio de Calle Victoria para ver un auténtico espectáculo, sobretodo repleto de niños y niñas que no conocían demasiado la historia de Maristas y de Enrique. "Me siento muy orgulloso de haber vuelto aquí, es maravilloso que siga creciendo este deporte en un colegio tan grande como este". Se le vio animar a Maristas sin cesar, aunque no tuvieron suerte ni los chicos ni las chicas porque cayeron en sus respectivas final.

No pasa nada, porque "en el deporte se gana muchas veces y otras se aprende". Maristas ganó ya con la vuelta de un mito como Enrique Fernández, 25 años después, pero "qué más da, 25 años no son nada...".