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6 de Febrero de 2015
Colegio Salesianos Zaragoza
Como si de una continuación del clínic que había dado Arlauckas unos días antes en el mismo escenario, las gradas del pabellón de Salesianos volvían a poblarse para disfrutar del mejor baloncesto colegial. Y vaya si lo hicieron, con la exhibición del equipo local sobre los Búhos de Agustín Gericó.
Primer cuarto: Los Búhos sorprenden en el inicio
El comienzo de partido fue como el día, frío, para los Centuriones de Salesianos. Agustín Gericó ponía cerco a su aro y sin excesivo acierto tampoco en ataque, pero con solvencia suficiente como mandar en los primeros compases del encuentro. Gracias a la aportación de de Enrique Moya, con cuatro puntos en el primer cuarto, los Búhos llegaban a ponerse con 2-6 sobrepasado ya el ecuador. Sin embargo, en el final dos tiros libres de Villuendas y una canasta de Plano, ponían el empate en el electrónico con el que finalizaba el primer tiempo.
Segundo cuarto: Los Centuriones ponen orden
Los Búhos querían mantener la línea marcada en el primer periodo y lo hacían inaugurando el marcador del segundo. Sin embargo, los Centuriones contaban con un arma poderosa, el calor de su público. Si en el inicio del partido habían salido fríos, en el segundo tiempo salieron lanzados para lograr un parcial que iba dejar el partido marcado en adelante, un 14-0 en poco más de dos minutos que no solo le daba la vuelta al marcador, sino que ponía a Salesianos en franca ventaja para afrontar el resto del partido tras el 22-9. Ahí fue cuando Agustín Gericó dio nuevamente una buena muestra del carácter de los jugadores que disputan esta Copa Colegial, pese a ser netamente inferior que su rival, tomó el bumerán de vuelta, para lograr un parcial de 2-10 en un pleno en los tiros libres. Las dos últimas canastas previas al descanso (con show musical incluído), caían del lado de los Centuriones, que se marchaban al final de la primera mitad con ventaja por 29-18.
Tercer cuarto: Salesianos asesta el golpe definitivo
El tercer cuarto en el baloncesto suele marcar la línea a seguir los partidos, en este caso, la ruptura definitiva o la igualdad hasta el final. Lo sabían ambos equipos y los Centuriones lo pusieron a prueba saliendo a la reanudación como un auténtico ciclón sobre su rival para volver a marcar un parcial, en este caso de 11-0, que ahora sí, dejaba el partido tocado de muerte. Los búhos habían quedado aturdidos y sus principales jugadores demasiado cansados como para pensar en que la remontada era posible. Sin embargo, se decidieron a seguir defendiendo con uñas y dientes para mantener la diferencia estable y atacar el aro rival con valentía; aunque en esta ocasión no hubo acierto desde el 4,60 y Salesianos dejó el partido decidido a falta del último cuarto con el 44-22 que campeaba en el marcador.
Cuarto cuarto: Demasiado castigo para los Búhos
Con el partido decidido, los Búhos decidieron tirar la toalla, o continuando con la metáfora de su mascota, esconder la cabeza bajo el ala. Sin el acierto en ataque, tampoco pudieron frenar el ímpetu ofensivo de su rival que tenía nombre y apellido: Nils Schindler. El pívot de los centuriones anotaba nueve puntos en el inicio del último cuarto que acababan por desanimar a los chicos de Agustín Gericó que veían que ni tan siquiera la zona era suficiente para frenar al gigante de Salesianos. Con los ánimos en el mínimo, siguió anotando el equipo de los Centuriones para alcanzar la siguiente ronda con todos los honores y siguió encajando el equipo de los Búhos, que recibió un castigo excesivo al coraje de sus jugadores, que durante muchos minutos, plantaron cara a un rival que se mostró superior. Al final, 68-30.