"Falta Comunicación" Ángel Sanz

Ángel Sanz

Ángel Sanz

Ex-jugador del Real Madrid y Houston University. Prefesor y experto en "mentoring deportivo"

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18 Enero, 2015|Comenta este artículo

Cada vez queda menos para el inicio de la Copa Colegial 2015. Para ir calentando motores, hemos pensado que además de las ruedas de calentamiento, es muy importante detenernos un momento a reflexionar. Para ello, compartimos con vosotros este Post de Ángel Sanz, una figura de suma relevancia en el mundo de la educación y el deporte que, además, se ha convertido en patrono de la Fundación de Baloncesto Colegial. El año pasado ya compartimos sus palabras con vosotros, a través de otro artículo en el que hablaba sobre el valor de la escuela, como el lugar en el que educación y deporte se entienden a la perfección

El post que incorporamos ahora pertenece a su Blog Re - Imaginando de Expansión. Aquí lo tenéis: Falta comunicación

"Bernhard Peters es un total desconocido para nosotros los "mortales". Incluso para la gente del deporte en España, Peters no es una referencia. Sin embargo, entre otras cosas, Peters fue entrenador del equipo nacional alemán de hockey más exitoso de la historia. Ganó dos copas del mundo en 2002 y 2006. Pero eso no es lo único que le hace especial.

En 2006, cuando Jürgen Klinsmann fue elegido seleccionador nacional del equipo de fútbol alemán propuso a Peters como Director Deportivo de la Federación Alemana de Fútbol. En ese momento, Klinsmann declaró: "El fútbol alemán ha estado durmiendo en los últimos 10 o 15 años. Necesita abrirse y evolucionar. Bernhard Peters es el hombre que lo puede conseguir". A partir de ahí, Bernhard Peters cambió de deporte y ha pasado por la Fundación de Fútbol Juvenil formando entrenadores basándose en su desarrollo técnico, personal y educativo, y ha liderado por la Dirección Deportiva de clubes como el FSV Mainz 05, el TSG 1899 Hoffenheim y el Shalke 04. En el país de Merkel, algunos le consideran el autor intelectual del fútbol alemán.

Desde el verano de 2014, Peters es el Director Deportivo del Hamburgo que está en la primera división y, aunque lleva poco tiempo en el cargo, ya hay medidas que marcan un estilo propio. Y lo más sorprendente es que ha empezado en la cantera porque su prioridad es el fútbol base:

No se fichan a jugadores jóvenes que no sean de la ciudad. Entiende que el objetivo del club es desarrollar el talento autóctono e integrarse lo más posible con la comunidad que debe tener talento suficiente. 

No hay equipos menores de 12 años. Entiende que esos niños deberían estar jugando a muchos deportes, no sólo fútbol. 

No hay ningún jugador que no vaya al colegio. Entiende que para sacar el mejor futbolista posible es imprescindible el desarrollo intelectual. 

No se aceptan métodos tradicionales y estáticos. Entiende que la innovación es parte clave del proceso de desarrollo y que hay que exponer al talento a retos diferentes desde un punto de vista físico, técnico, mental y emocional. Por eso tiene un plan de formación para los entrenadores donde se trabaja en todos esos aspectos y cada semana se incorporan ideas nuevas y variantes en los procesos de entrenamiento.

Además de su labor como Director Deportivo, Peters es conferenciante sobre trabajo por objetivos, liderazgo, comunicación y motivación en empresas cotizadas. Pero, en mi opinión lo más interesante de este personaje es que es un ejemplo de cómo alguien ha entendido de verdad para qué sirve el fútbol. Mejor dicho, ha entendido claramente para qué sirve el deporte y lo ha aplicado al hockey en su día y al fútbol ahora. Lo que está haciendo es poner el fútbol en su lugar. El club de fútbol del Hamburgo tiene sentido si está orientado a varios objetivos: 1) servir a su comunidad 2) formar a jóvenes a través del fútbol y 3) ser una alternativa competitiva que permita disfrutar del deporte más importante del país. El éxito deportivo y económico será la consecuencia de un proceso bien hecho, pero sin sacrificar la esencia. Y para eso está centrado en la formación de formadores.

Esta semana me he encontrado en una conversación muy interesante en la que me contaban cómo a una jugadora de baloncesto de último año de bachillerato, su club le prohibe terminantemente que juegue con su colegio una competición de baloncesto colegial por los riesgos de lesión. Esto es un ejemplo claro de la cortedad de miras y la incompetencia que reina en algunos de nuestros gestores deportivos. Decir a un joven que no juegue a baloncesto con sus amigos del colegio es como prohibir a un chaval que vaya al parque porque se puede dañar con un columpio. Los riesgos de lesión están ahí, te puedes lesionar en cualquier momento dentro y fuera de la cancha. Es más, tienes menos posibilidades de lesionarte en un partido de este tipo donde ya has calentado y tu cuerpo responde con firmeza.

No dejar que juegue con sus compañeros de colegio es quitar a un chaval una de las funciones básicas que tiene el deporte: educar. Que una niña sea una referencia deportiva en su colegio y no pueda ejercerla es privarla de una experiencia educativa que difícilmente va a poder repetirse. Es privarla de ejercer como ejemplo a otros más jóvenes, de ser apoyada por niños pequeños, de sentir la admiración de compañeros y profesores, de sentir la responsabilidad, de implementar el liderazgo, de gestionar la ilusión de otros, de canalizar emociones, de disfrutar del baloncesto en su esencia... todo esto en el colegio que te ha visto crecer. Pero al del club le da igual. Porque el directivo del club cree que su objetivo es que juegue sus partidos y el resto de su desarrollo, entiende que no le aporta nada más allá que un riesgo de lesión. Y no es capaz de interpretar el ratio de riesgo de lesión contra el beneficio de tener una jugadora más motivada, más feliz, que se ha desarrollado en liderazgo, que asume más responsabilidad y que está, si cabe, más comprometida con un club que entiende su realidad. Pero sobre todo, no es capaz de ver más allá de sus narices.

Tengo la sensación de que en España, el mundo del deporte y de la educación tienen un serio problema de comunicación. Los dos saben que se necesitan pero no se hablan mucho y ninguno toma la iniciativa de manera contundente. En algunos casos coinciden y hasta se solapan. Parece que no aceptan que están condenados a vivir juntos. Pero no sólo en la misma casa, es que tienen que entender que su relación necesita ir más allá de compañeros de piso. Creo que el mundo de la educación y el mundo del deporte necesitan enamorarse, hablar, comprenderse, compartir sus objetivos, apoyarse, co-invertir, trabajar juntos, darse oportunidades, desarrollar miles de proyectos, ser referencia, introducirse hasta la médula en nuestra sociedad y tener un impacto positivo que trascienda hasta las familias y el mundo de la empresa. Por eso es obligatorio que esta relación vaya en los dos sentidos: desde la educación hacia el deporte y desde el deporte hacia la educación. 

Peters es un ejemplo positivo de alguien que lo ha entendido. El directivo del equipo de baloncesto es un ejemplo de lo contrario, de alguien que no entiende para qué sirve el deporte. Creo que nuestra obligación es remar hacia el primero y quitarnos de encima los segundos. En la medida que lo consigamos, evitaremos que la pareja educación-deporte, que podría ser perfecta, nunca llegue a nada más que a lo que es hoy: unos conocidos que coinciden el la calle.

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Os dejo un vídeo que muestra la diferencia de algo que podría ser y no es... por falta de comunicación e iniciativa."

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En nuestro blog conexión colegial tendremos a caras más o menos reconocidas del baloncesto y de la copa colegial que nos contarán su visión y experiencia alrededor de la copa y el baloncesto colegial

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