Es viernes, son casi las seis, y la grada vibra con las presentaciones

Pablo Martínez-Arroyo

Ex-jugador profesional de la ACB y actual Director general de la Copa Colegial por Bifrutas

14 de Febrero de 2014      Comenta este artículo

Si ya os habéis dado una vuelta por la página, habréis visto que cada viernes vamos agotando los adjetivos capaces de calificar las emociones de la Copa Colegial por Bifrutas 2014. En este espacio no caben muchos más y además habrá que dejar alguno para 2015, 2016, 2017...2035, 2036... y a partir de 2080 que los vayan dejando otros.

Madrid, Barcelona, Badalona, Zaragoza, Huesca, Sevilla, Valencia, Vitoria, Málaga, Valladolid, Coruña… un ambiente en las gradas de auténtica fiesta, con las aficiones entregadas (directores de los colegios, padres, hermanos, alumnos de todas las edades), las caras pintadas, la emoción ante el incierto resultado; con el reconocimiento final a los árbitros, los discursos de los MVPs de ambos colegios felicitando al rival y el abrazo tras la dura "clase de baloncesto".

Las encuestas previas de la web ponen a los aficionados colegiales en competencia; ¿qué ciudad será la más colegial de la temporada? Difícil pronóstico ¿Cuáles son las mejores cheerleaders? Vosotros mismos. Un partido de Copa Colegial es el mejor evento posible dentro de las instalaciones del cole. Y los mejores eventos son recordados muchos años después por el detalle más inesperado; aquel que nadie supo anticipar.

Viajemos al futuro. Es un viernes de marzo del año 2030. Dos colegios vuelven a enfrentarse de nuevo en una final, tras su épico partido de 2013. Más de 2000 espectadores igualan un nuevo record de asistencia al pabellón. En la grada, adivinamos la presencia de antiguos jugadores. Es el núcleo de aquel partido disputado casi dos décadas antes. Reconocerlos es muy fácil; tienen una pinta de padres que no pueden con ella. Se saludan unos a otros efusivamente. Sonríen. Desde aquel día en que fueron protagonistas, algunos no han vuelto a verse. Son casi las seis cuando la grada ruge ante las presentaciones...

Ya están en cancha los cincos iniciales... El salto entre dos... en tres pases el balón llega a la esquina...el triple vuela...la pelota no entra...la grada azul aplaude, la grada roja todavía está en silencio... el jugador respira, mira al aro; uno, dos, tres botes... el primero está dentro...falla el segundo...

En la grada del pabellón, los antiguos rivales se buscan con la mirada, todos sonríen y comienzan a disfrutar. Se aprestan a vivir un nuevo momento mágico de un torneo que siempre les pertenecerá.