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¡Estudio!...y van tres Estandartes seguidos

Crónica : Jorge Luis "Lewis" Rodriguez / Fotos: Javier Martínez - 26 de Marzo de 2011

     

Queridos amigos y amigas… qué deciros a estas alturas en una introducción, ¿verdad? Como si no supiéramos ya todos lo que había, la que se nos iba a venir encima, la locura desatada que iba a ser esta final femenina de la Copa Colegial 2011 tras dos meses de competición en los que pudimos ver de todo, desde grandes remontadas a brillantes triunfos o amargas derrotas. Donde hemos visto a jugadoras alucinantes ganar, perder, reír o llorar mientras las gradas las llevaban hasta lo más alto o trataban de desconcentrarlas de cualquier manera. Donde volvíamos a ver a las Lobas de Agustiniano en la final tras su ausencia del año pasado, gracias entre otros al sublime e increíble partido que habían ganado a Santa María del Pilar en semis. Donde tendrían enfrente una vez más a las Halcones de Estudio, las cuales habían tenido que sudar sangre ante su ya histórico archienemigo Corazonistas hacía apenas seis días. Donde…

Alguno diría con todos estos datos que esa película ya la había visto o que seguramente nada le sorprendería con la de emociones que vivimos hasta ahora... Y aunque es cierto que todo lo acontecido hasta ahora ya fue realmente impresionante, seguramente no podría dejar de contestarle con un condescendiente “Claro, claro…” Como que todos los días tienes a la mortal dupla Prieto & López y sus compinches dispuestas a masacrar a su contrario con contraataques y su magnífico juego dinámico en una final. Como que es completamente habitual tener a Aurora Mínguez promediando 26 puntos por partido y buscando su segundo estandarte (¿y segundo MVP?) rodeada de jugadoras como Vero Crecis, Ana Gabriel, Rocío Brizuela… No sé, supongo que no debía ser algo tan habitual cuando a pocos minutos de empezar tanto para el que esto escribe como para el resto de asistentes que abarrotaban el pabellón del Estudio la intriga comenzaba a hacerse insostenible. Que sí, que están muy bien los saludos, las presentaciones espectaculares, ver las caras de tensión en las ruedas de calentamiento o las bromas esporádicas entre compañeras para distender el ambiente… ¡pero por favor, no aguanto más! Las seis y diez, ¡venga! Las seis y cuarto y acaban las presentaciones, ¡vamos! La seis y dieciséis, conexión con Telemadrid , con Madrid Directo, el pùblico en sus casas debería alucinar con el ambientazo que veían. Las seis y dieciocho y los árbitros se acercan al círculo central mientras pitan tres minutos, ¡ya queda menos! Las seis y veintiuno y las chicas que ya se acercan para saltar…¡¡Por fin!! Un último vistazo a ambos banquillos y a las dos hinchadas que tengo justo detrás y cuando vuelvo la vista de nuevo ya está el balón en el aire…Mi corazón por fin se libera de la tensión de la espera para sumergirse en otro tipo de tensión mucho más divertida y placentera. ¡Es vuestro momento y el estandarte os está esperando, chicas!

Aunque tal como empezó la cosa, más bien cabía preguntarse si no acabarían siendo ellas las que esperasen al trofeo en vez de al revés. Los primeros ataques se sucedían a una velocidad absurda y en apenas dos minutos ya teníamos diez puntos en el marcador en forma de 2-8. Las Halcones parecían haber salido un poco más aletargadas, aunque no tardaron demasiado en demostrar, vía “las de siempre” Prieto y López, que no iban a permitir que las echasen del partido a las primeras de cambio. Enfrente el guión era el esperado, pero no por ello menos espectacular y arriesgado: Mínguez asumía la responsabilidad ofensiva ataque tras ataque, mientras sus compañeras cortaban o buscaban la espalda de sus defensoras para aprovechar los dos contra uno que necesariamente se cernían sobre su estrella. Esto en un principio les dio una ligera ventaja, pero Estudio si por algo destaca es por saber adaptarse defensivamente a lo que se le venga encima, con lo que al poco tiempo las penetraciones de la 9 de las Lobas cada vez se veían frenadas más en seco, sin que sus compañeras terminaran de conseguir otras maneras de anotar. Mientras, en la otra cancha Julia López demostraba que no sólo de asistencias de Prieto vive la crack, cocinándose alguna jugada individual aparte de sus ya clásicos contraataques, consiguiendo así un parcial de 12-0 que ponía el 14-8 en el marcador y obligaba al entrenador de Agustiniano a pedir tiempo muerto. ¿Sería éste otro más de los partidos que Estudio rompía con un parcial demoledor sin respuesta por parte de sus contrincantes? Seguro que algún despistado habría que pensase que sí, pero rápidamente Verónica Crecis demostraría el por qué de su capitanía con una jugada al poste que rompía el parcial. Empezaba entonces una circunstancia curiosa que a partir de entonces sería una constante durante todo el partido: si un equipo metía una canasta bonita o con gran esfuerzo, el otro contestaría con otra de igual magnitud o mayor. Así nos mostrarían acto seguido Prieto y López un magnífico bloqueo y continuación, para justo después anotar Arribas en el otro aro un “casi-triple” portentoso para acabar el cuarto 16 – 12. ¿Sensación de velocidad en la narración? Pues señores y señoras, es que fue así. Probablemente el cuarto que más rápido se me pasó de toda la Copa. Y es que a ambas equipas les gusta correr, les gusta el juego directo y la defensa presionante, así que, ¿por qué no? Total, recordemos que para ellas el territorio de las finales no es ningún misterio…¡¡Sigan, sigan!!

Y el segundo empezó casi como había acabado el primero. Quizá harta de ser siempre la receptora de los pases, Julia López se sacaba de la manga un buenísimo contraataque para asistir en el último momento a Laura del Amo, empezando así unos minutos donde Estudio se encontraría quizá demasiado a gusto en ataque para los intereses de las Lobas, toda vez que Mínguez se veía por momentos incapaz de llegar hasta el aro y sus compañeras no terminaban de encestar los tiros abiertos. Un soberano gorro de Patri Puente parecía intentar dar un vuelco a la situación, pero aún así las Halcones aumentaban poco a poco la ventaja con Prieto de nuevo al mando de las operaciones y distribuyendo para proporcionar tiros a sus compañeras, como bien aprovecharían primero Arévalo y más tarde una Elena Blocona en estado de gracia. Un par de malas decisiones defensivas provocaban el tiempo muerto local, pero aún así la diferencia ascendía hasta el 24-15 a falta de dos minutos y medio para el descanso. Un poderoso 2+1 de Mínguez insuflaba fuezas en sus compañeras al volver a la cancha, pero por desgracia ese 2+1 también mostraría un gran talón de aquiles que sufrirían las Lobas durante todo el partido: los tiros libres, aspecto en el que nunca terminarían de conseguir el punto óptimo, haciendo que el fantasma del San Agustín masculino de la Copa del año pasado comenzara a sobrevolarnos. Mientras, en el otro aro las cosas seguían más o menos igual, con las chicas de amarillo alternando rápidas contras con su juego de pases en estático, consiguiendo así con las canastas de la citada Blocona alcanzar su máxima hasta el momento justo con el resultado con el que se llegaría al descanso: 29-17. Resultado inesperado, ¿verdad? En el pabellón se respiraba una sensación similar, pudiendo observarse tanto la frustración en las visitantes como una “tranquila desconfianza” en las Halcones. Y es que sí, hasta el momento habían conseguido prácticamente aislar a Mínguez y aprovecharse del desacierto en los tiros abiertos de sus compañeras, pero… ¿duraría eso también en la segunda parte?

Dispuestos a disfrutar viendo cómo nos sacaban de dudas ambos equipos volvíamos a la cancha, con la sonrisa que sólo la presencia de un Ronald McDonald rodeado por niños y niñas en los concursos del descanso puede provocarnos. Si las Lobas conseguían por fin encontrar alternativas a su número 9 en ataque y daban un paso más en defensa volveríamos a tener partido, pero si las Halcones seguían sintiéndose cómodas las posibilidades de un cambio de tendencia serían cada vez menos posibles… y esto último fue precisamente lo que ocurrió, con unas López y Del Amo anotando rápidas canastas en la reanudación, aumentando la ventaja hasta dieciséis. Agustiniano se veía entonces en una situación a la que su calidad las tiene muy poco acostumbradas y por unos momentos parecía estar en el alambre y a punto de salirse del partido, cuando un triple de Mínguez y una gran canasta de Crecis a pase de Hernando unidos a una agresiva presión a todo campo las salvaban por el momento, consiguiendo un 33-22 que mantenía aún intactas las esperanzas.

A pesar de ello Estudio salía demasiado fácil de la presión, consiguiendo jugadas espectaculares como el tiralíneas a la contra que nos mostraban López y Hernández o las sucesivas jugadas de dentro/fuera de Del Amo, mientras las Lobas abusaban de un triple que se les resistía y no parecían conseguir encontrar al poste a una Cuesta que cada vez que recibía conseguía algo positivo. A pesar de ello las visitantes no cejaban en su empeño y seguían presionando a todo campo, comenzando a cambiar la tendencia casi al final del cuarto cuando a un impresionante tapón de la propia Sara Cuesta sobre Julia López se le unían por fin un par de robos que les permitían correr, aunque las faltas sacadas por ello no consiguieran ser materializadas en la línea de 4’60. Este ligero cambio en el guión no se le escapó a la entrenadora de Estudio, que rápidamente pedía tiempo muerto a pesar de ir ganando 44-31… y es que sus pupilas estaban comenzando a cometer fallos recurrentes, cosa nada habitual en ellas y que demostraban que algo malo estaba ocurriendo.

El final del tercer cuarto se nos venía encima poco después, con un 44 – 33 en el marcador que dejaba las cosas estadísticamente similares al descanso, pero con las tendencias cambiadas. No se podía decir que Agustiniano hubiera acabado genial el cuarto ni que Estudio hubiera hecho tonterías, pero algo había ahí…

Y ese algo se llama “espíritu de loba”. Como si hubieran terminado de entender de nuevo lo que significaba el estandarte del 2008 que colgaba de su parte de grada, las chicas de David Moreno volvieron a la cancha con la furia, energía y agresividad de aquel que quiere conseguir lo imposible y hacer historia. Aún así las que tenían enfrente no andan precisamente faltas de carácter, con lo que lideradas por la “eterna” Julia López conseguían aguantar las violentas embestidas de las Lobas sin que la diferencia se resintiese demasiado. Pasados dos minutos llegaba el tiempo muerto de las visitantes, puesto que aunque lo estaban dando todo faltaba un punto más, sólo al alcance de las mejores…

Punto que llegó a la reanudación, con uno de esos intervalos de tiempo mágicos que nos da la Copa Colegial y que, como decía al principio, a pesar de haberlos vivido muchas veces aún así nos siguen sobrecogiendo. Encendida la mecha por una ultra eficiente Bueno con su canasta tras enorme rebote ofensivo, la locura llegaba al pabellón de Estudio. Mínguez demostraba no ser de este planeta asumiendo la responsabilidad de defender cuerpo a cuerpo a Julia López sin bajar sus prestaciones en ataque, lo que unido a la excelente presión ejercida por el equipo al completo hizo que rápidamente las locales perdieran varios balones, aprovechados por las propias Bueno y Mínguez en un principio y alcanzando su máximo éxtasis con el genial pase por la espalda de esta última para que la joven Gabriel anotara un precioso contraataque, tipo de jugada que parecía habérseles resistido hasta entonces.

Tanto las Halcones como su afición parecían enmudecer durante unos instantes ante una reacción y resultado (48-47 a tres minutos para el final) que no por lógicos eran esperables… pero rápidamente su grada decidía no amilanarse ante los eufóricos visitantes y volvía a rugir animando a las suyas, creando así uno de esos maravillosos momentos donde los cánticos de unos y otros se entremezclan y uno siente una gran y sana envidia por aquellas que gracias a esta competición pueden vivir algo así.

A partir de ese momento ya todo lo que ocurriese no dejaba de ser Copa Colegial en estado puro, con lo que uno podía esperarse cualquier tipo de situación… y tras ese desconcierto, Estudio demostró por qué buscaban su tercer estandarte consecutivo. Si bien los nervios y lo tenso de la situación no iban a permitir grandes virguerías o incluso probablemente provocarían fallos, pérdidas y tiros libres no anotados, había algo que sí podían controlar: dar el último “do” de pecho en defensa e intensidad. Llegaban así varios ataques de Agustiniano donde se les negaba por completo cualquier atisbo de tiro fácil, acompañado ello por casta y paciencia en el ataque aprovechando que ya se encontraban en bonus de tiro.

Este último cambio de sentido en el partido quedaba perfectamente reflejado en un rebote ofensivo donde varias de las Lobas contemplaban atónitas y ya orientadas al contraataque cómo Conde les arrebataba la bola sin contemplaciones, pasándola después a una Blocona que recibía la falta y demostraba tener témpanos por venas, anotando sin aparentes dificultades ambos tiros libres, dando una ventaja de 51 – 47 a su equipo a falta de 37 segundos. El tiempo muerto visitante que llegó en ese momento probablemente buscaba la valiente, directa y potente entrada que Crecis protagonizó en el siguiente ataque, aunque por desgracia para ella el balón no quiso entrar, todo lo contrario que el segundo tiro libre de una sobria Andrea Prieto acto seguido. Quedaban pocos segundos y la diferencia era ya de la difícilmente remontable (que no imposible) cifra de cinco.

Así pues tocaba hacer una heroicidad que tanto la increíble Mínguez como la luchadora Bueno intentaron alcanzar en varias ocasiones… pero esta vez sin éxito. Los hados, la suerte, o simplemente la gran y entrenada capacidad física y un buen temple a la hora de manejar la hostil situación habían terminado de desnivelar la balanza para las locales en un auténtico final de infarto digno de una competición como ésta. El 52 – 48 final que iluminaba el marcador era ya de lo poco que se podía ver con claridad en el campo, ya que la invasión de cancha por parte de los cientos da chavales y no tan chavales de Estudio era un hecho… aunque claro, ¡cualquiera les dice que mantengan la calma tras lo que se acababa de vivir!

Llegaba tras ese primer momento de locura la deseada durante dos meses entrega de medallas, copas… y el valioso Estandarte de campoenas. Por un lado estaban las caras de tristeza de unas Lobas que una vez más habían demostrado su calidad, su garra y su maravillosa agresividad, aunque esta vez el destino les hubiera deparado la cruz, a diferencia del sublime partido de semis contra Santa María del Pilar.

Con su capitana, verónica Crecis recibiendo el trofeo de manos de Juanjo Hernánndez, Vicepresidente de la ABC,y dirigiéndose a su grandisisma afición, acompañada por cuatro veteranas lobas, Aurora Minguez que literalmente destrozó registros anotadores durante toda la competición, Rocío Brizuela, Celia García y Patricia Hernando, que al igual que ella cerraban su etapa colegial rodeadas por el resto de la manada que , estamos seguros volverán el año que viene a dar gloria a us colores , la Lobas de Agustiniano se despedía con la cabeza bien alta .

Y por el otro bando, qué decir…la alegría desatada de unas Halcones que demostraron ser capaces de superarse año tras año. Con todas conjuntadas haciendo piña, con su capitana Andrea Prieto despidiéndose del periplo escolar y recibiendo de manos de Ruy González , representante de McDonald´s la Copa de Campeonas, para a continuación emocianada agardecer a sus compañeras todo lo vivido , con una sonriente Julia López siendo nombrada Mejor Jugadora AND1 de la Copa, un galardón absolutísimamente merecido tras el sideral nivel mostrado durante toda esta edición de la Copa Colegial… Y con ambas, Andrea y Julia recibiendo el Estandarte de Campeonas la emoción se desbordaba

No es para menos…repetimos, estas chicas llevan tres Estandartes de campeonas seguidos, ¿qué les queda ya por hacer? ¿El cuarto? Después de todas las dificultades que le pusieron este año tanto Coras como las Lobas, si fueron capaces de superarlas no podemos negar la evidencia: hagan lo que hagan, seguirán siendo el equipo a batir. ¡¡Felicidades a todas!!

Y bueno amigos y amigas… un gran cierra para un maravillosa Copa Colegial en categoría femenina que otro año más nos regaló momentos de emoción, de calidad, de coraje, de gradas abarrotadas con pancartas y banderas, de colegios volcándose al completo con sus equipos, de árbitros, organización y colaboradores tratando de poner su granito de arena todos para todo fuera lo mejor posible… y los más importante de unas jugadoras dándolo todo por sus colegios, por su escudo, por amor al baloncesto y manteniendo la esencia de aquello que lo hace grande.

Sin duda, un cierre perfecto…de la categoría femenina. Habia más . Según las jugadoras y el público abandonaban la cancha, Caimanes y Halcones, San José del Parque y Estudio entraban a calentar…

La Gran Final masculina se ponía en marcha… Los aficionados caimanes reemplazaban a los seguidores lobunos. El ambiente era una vez más perfecto para otro grandísimo partido.

Y el listón estaba altísimo…

¡Gracias Estudio & Agustiniano, Halcones & Lobas, por haberlo puesto tan alto!


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Desde el salto inicial Julia López quiso dejar claro que era su partido

Espectacular Aurora Mínguez

Laura del Amo protegiendo el balón del acoso de Rocío Brizuela

Patricia Hernando en acción

Andrea Prieto, la Gran Capitana, levantando la Copa de Campeonas

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