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26 de Enero de 2024. Colegio Jesuïtes Gràcia Kostka
Primera Ronda Masculino
FINALIZADO
Debut soñado para los pupilos de Noblom. El navío de La Salle con Pocull a la cabeza desembarca a lo bestia en la cost(k)a gracienca y Fumadó brilla como nunca. Õ Rei Palà y los suyos buscarán clasificarse en la repesca mientras las aficiones firman el mejor ambiente visto hasta ahora en la Copa Colegial Barcelona 2024
El primer viernes de la Copa Colegial inundaba las escuelas barceloninas de magia, hasta 5 partidos en una tarde frenética a la que el duelo entre Jesuïtes Kostka y La Salle Horta le ponía la guinda del pastel. Una Salle que debutaba en la competición y lo hacía a lo bestia: llenazo en el campo rival y tifo de 2m x 2m que lucía un imponente LSH 1912. Se avecinaba un pollastre tremendo en el barrio de Gràcia, y es que al lado del fondo sur hortenc, a tan solo unos metros los ultras de Kostka se mostraban majestuosos armando un sarau sin parangón, desplegando un supertifo aún más grande que el de La Salle y dejándose la voz desde el calentamiento. De hecho, los transeúntes que paseaban por la Riera de Can Todà alucinaban y entraban, a lo Iker Jiménez, a curiosear qué era aquel ruido atronador que sonaba por toda Gràcia.
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Con un huddle en el que las caras de los jugadores parecían más propias del casting de Gladiator II que de un partido de baloncesto, dábamos el pistoletazo de salida al match. Balón al cielo y vaivén total con un básquet frenético más propio de la NCAA que de la Copa Colegial. Muchos nervios en ambos pero era Héctor Iglesias el que abría el marcador desatando la locura en los locales. La Salle, sin embargo, contestaba de la mano de un inspiradísimo Iván Egea que hacía lo que quería con la bola. El ruido era ensordecedor y eso que solo llevábamos un minuto de partido... El picatoste formado era surrealista. Pero no sorprendía, porque ya lo avanzó el míster Pol Noblom hace días: La Salle Horta venía muy fuerte y con mucha gente detrás y lo demostró con creces. Portentosos en la grada y notorios en la pista: el crack Ferran Fumadó recogía el rebote alzándose bajo el aro como Tom Cruise por el Burj Khalifa en aquella mítica escena de Misión Imposible “Protocolo Fantasma” y ponía el 7-13 en el luminoso. Eric Vujadinovic pedía tiempo para los locales y a la vuelta, como si del día de la marmota se tratara, era el propio Fumadó el que firmaba un 2+1 que por poco no hace venirse abajo toda la tribuna sur abarrotada por los hooligans de La Salle. Con todo, Kostka no bajaba los brazos y era Joan Geraedts quien a base de tapones morrocotudos más frescos que la Coca-Cola mantenía vivos a los locales. 7-23 y los ultras de Jesuïtes lo daban todo a ritmo de “¡Sí se puede!”
Entrábamos al segundo cuarto y Don Roger Palà, alias Palàinho, Õ Rei, deleitaba al colegio entero con una samba mágica propia del carnaval de Río. Samba que en lugar de con movimiento de caderas se materializaba a base de triplazos espectaculares desde su casa con los que la grada no daba crédito: pancartas y camisetas en honor a Palà ondeando en la grada. Escena de cine colegial. Samba do Palà patentadísima en Copacabana y en la Copa Colegial. 22-32 y volvíamos al ruedo. Con los locales desatados, y un Héctor Iglesias pasándoselo mejor que Charlie en la Fábrica de Chocolate, Noblom pedía tiempo e intentaba frenar el subidón gracienc. En la grada "Illa, illa, illa Kostka maravilla" y en la pintura el que ponía la directa era Egea que se marcaba un triplazo a lo Curry.
El partido se tornaba un correcalles total y esto ya era imparable, toma y daca constante: si Gonzalo Morales penetraba con sus elegantísimas Converse negras, los locales contestaban acortando distancias con un Guralev muypeleón que ponía a los suyos a solo 5 puntos. Nos íbamos al descanso con el partido apretadísimo y con gente quedándose fuera de la grada: no cabía nadie más. El llenazo era histórico.
Inicio del 3r período y los dos equipos eran recompensados con los míticos tiros libres BIE, premiando el Fair Play, y es que más allà del show en la pista, tanto aficionados como jugadores nos estaban regalando un espectáculo que bien valdría una entrada y que además representaba al máximo los valores de la Copa Colegial: respeto, esfuerzo y mucha mucha pasión. Ahora sí, al turrón y quién se erguía como protagonista era don Lucas Pocull, que se marcaba una chapa que ni los mecánicos de Fast & Furious (o los de Marc Márquez). La torre de 2,02m se propulsaba en cada salto como si fuera una pantera y nos regalaba acciones dignas de un crack que, para los que seguimos el TikTok de la @copacolegialbcn, ya sabíamos que la iba a liar. Ferran Fumadó era ahora el que tomaba el timón del navío lasaliano y se disponía a desembarcar en la cost(k)a jesuïta para rematar la faena. El base catalán se guisaba unas entradas bajo el aro que eran exquisitas, casi tanto como la espuma de humo del chef Ferràn Adrià. Pero en pleno desembarque los dos generales jesuitas se plantaban dispuestos a ofrecer una resistencia sin precedentes: Palà y el incansable Gorka Sacristà mantenían vivos a los suyos a base de casta y garra, levantando a unos hooligans locales que se dejaban el alma entonando un ¡Sí Se Puede! más sonoro que aquel 15-M en la Puerta del Sol madrileña. 38-50 y pique de triplazos entre Iglesias y Fumadó, un cara a cara que parecía el Rocky - Apollo Creed, y es que cada triple era más salvaje que el anterior y nadie daba su brazo a torcer. Viva la Copa Colegial y viva los hooligans de LSH y de Kostka. Sois muy bestias.
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Últimas internadas locales a manos de un percutor Eloi Sastre que sumaba de dos y de un Palà que sellaba la última canasta con su Joga Bonito marca de la casa. Diferencia de 11 y todo el pescado por vender.
8 minutos para saber quién se llevaría este duelo y la grada lo sabía, ahora botaban haciendo retumbar las columnas de la estructura de un pabellón local, que como siga acogiendo partidos de la Copa Colegial tendrá que ser inspeccionado por los bomberos en breves porque el sarau que estaban liando los aficionados en la totalidad de la grada no tenía ningún tipo de sentido. Es la magia de la Copa. Como mágica estaba siendo La Salle Horta que seguía a lo suyo con el gigante Pocull, a lo Jack Sparrow, en la proa del barco visitante que llegó a Gràcia como tapado y que cada vez tenía más forma de transatlántico. Nada ni nadie parecía poder parar a los de Noblom. Jan López sumaba 4 puntos en cuestión de segundos y su juguetón 69 en la espalda despertaba los vítores y la juerga en Horta. El festín hortelano lo completaba un jovencísimo Dídac Alonso que estaba en su prime, que disputó muy buenos minutos y que le puso la guinda del pastel a la tarde de La Salle con un triple en los últimos segundos. 56-87 y el pabellón se venía abajo con la bocina final: La Salle Horta volaba a la siguiente ronda mientras Jesuïtes Kostka dejaba una gran imagen y augura mucha guerra en la repesca.
Los MVP’s Santalucía fueron Roger Palà para Jesuïtes Kostka y Ferran Fumadó para La Salle Horta
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